El potencial de la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF, por su siglas en inglés) no es suficiente para responder a las exigencias de posibles conflictos del futuro debido a la sobrecarga de trabajo, el mal mantenimiento técnico y el déficit del personal, señalan los resultados de dos nuevos estudios del centro de investigación RAND y de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de EE.UU. (GAO, por sus siglas en inglés), informa The National Interest.
Los investigadores examinaron las capacidades de la USAF en cuatros posibles conflictos del futuro: una nueva Guerra Fría con Rusia o China con un conflicto regional a gran o pequeña escala, operaciones de imposicion de paz con introducción de zonas de exclusión aérea y campañas de contrainsurgencia.
Basándose en los datos sobre operaciones anteriores de la USAF, los analistas evaluaron la capacidad de esta en ocho categorías de misiones, entre ellas, consecución de superioridad aérea, capacidad de ataque y transportación.
De acuerdo con los cálculos de los especialistas, en casi ninguno de los casos la USAF pudo alcanzar un éxito del ciento por ciento. Así, en un escenario de un gran conflicto regional, el porcentaje de ataques áereos y bombardeos exitosos de la aviación estadounidense sería de un 62 % y un 65 %, respectivamente.
Al mismo tiempo, para sorpresa de los analistas, los escenarios con menor probabilidad de combate resultarían ser los más problemáticos. En este sentido, en las operaciones de mantenimiento de paz, la USAF cumpliría solo un 29 % de las demandas en el ámbito de reconocimiento, un 40 % en las misiones de operaciones especiales y un 46 % en los bombardeos.
Falta de aeronaves
Además, el reporte de la GAO indica que la USAF experimentó entre 2011 y 2016 problemas de disponibildad de aeronaves. Al examinar la disponibilidad de modelos como el bombardero Boeing B-52, el caza F-22 o el avión de combate F/A-18 Hornet, los analistas hallaron problemas de demora de mantenimiento, falta de mecánicos y cese de la producción de algunas piezas.
El estudio achaca estos malos resultados a serios problemas en el mantenimiento técnico de las aeronaves, la sobrecarga de trabajo y el déficit de pilotos altamente calificados, que no tienen posibilidad de ser entrenados de manera apropiada debido a la falta de aviones.