El sistema de defensa antimisiles de EE.UU. no sería capaz a día de hoy de defender el país frente la flota submarina rusa equipada con los misiles balísticos intercontinentales Bulavá con ojivas nucleares hipersónicas, que se prevé esté lista para 2024, informa CNBC, citando una fuente familiarizada con un informe de Inteligencia de EE.UU.
Según datos de la fuente, que se expresó bajo condición de anonimato, cada uno de los ocho nuevos submarinos rusos Boréi puede lanzar hasta 20 misiles Bulavá y portar hasta diez ojivas nucleares e hipersónicas. Según CNBC, esto significa que un submarino equipado con misiles de este tipo podría lanzar, en teoría, 200 armas hipersónicas ante las que EE.UU. no podría defenderse.
Además, cada ojiva de Bulavá puede portar una bomba con una potencia de 100-150 kilotones, lo que supera la potencia de la bomba atómica de Hiroshima en más de 10 veces.
"Armas que nadie más tiene"
El pasado mes de marzo, en su mensaje anual ante ambas Cámaras de la Asamblea Federal (la Duma Estatal y Consejo de la Federación), el presidente ruso, Vladímir Putin, presentó innovadores avances del Ejército ruso, en concreto misiles hipersónicos como el Kinzhal. "El creciente poderío militar de Rusia es una firme garantía de la paz en nuestro planeta", dijo el presidente, asegurando que ese potencial contribuirá a mantener "un equilibrio estratégico y un balance de fuerzas en el mundo".
Poco después, el general John Hyten, jefe del Comando Estratégico de las Fuerzas Armadas de EE.UU., expresó su preocupación por el hecho de que "Rusia y China desarrollen de manera agresiva las capacidades hipersónicas", un nuevo tipo de armas contra las que EE.UU. no podría defenderse.
"No tenemos ninguna defensa capaz de garantizar que un arma de esas características no vaya a ser utilizada contra nosotros", declaró entonces Hyten ante el Comité de Servicios Armados del Senado.