Pekín ha puesto en marcha la recaudación de aranceles a mercancías estadounidenses por el equivalente a 60.000 millones de dólares este 24 de septiembre, misma fecha para la que Washington había anunciado la entrada en vigor de impuestos a importaciones chinas por un valor de 200.000 millones de dólares, informa AP.
Las medidas de EE.UU. corresponden a aranceles sobre casi 6.000 ítems que van desde bienes de consumo hasta alimentos, con una tasa del 10 % que a partir del próximo año aumentará al 25 %. Entretanto, las contramedidas chinas abarcan desde aviones pequeños, computadoras y textiles hasta productos químicos, carne y vino.
En concreto, más de 3.500 productos estadounidenses se ven ahora sujetos a un arancel adicional del 10 %, mientras que otros 1.600 ítems se gravan con un adicional de 5 %, de acuerdo a la Administración General de Aduanas china.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, introdujo estas barreras comerciales como parte de su lucha en contra de las políticas tecnológicas de China, país que se ha negado a ralentizar sus desarrollos impulsados por el Estado en robótica y otras industrias tecnológicas a pesar de las presiones estadounidenses.
A fines de julio y agosto, ambas potencias se impusieron entre sí gravámenes adicionales sobre bienes con un valor equivalente a 50.000 millones de dólares.
China condena las medidas de EE.UU.
Pekín se ha pronunciado respecto a la actual disputa comercial, afirmando que Washington "ha predicado descaradamente el unilateralismo, el proteccionismo y la hegemonía económica, haciendo acusaciones falsas contra muchos países".
Según condena el gigante asiático, EE.UU. "intimida a otros países a través de medidas económicas como la imposición de aranceles" y, en este caso, intenta imponer a China "sus propios intereses [...] a través de presiones extremas".
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