Las Maldivas, el popular archipiélago turístico situado en el océano Índico, ha ido ganando relevancia estratégica en los últimos años en medio de la creciente competencia entre China y la India por la influencia sobre la región.
Las casi 1.200 islas que constituyen el país y cubren más de 90.000 kilómetros cuadrados son atravesadas por importantes rutas clave de navegación y se han convertido en parte del plan chino de comercio e infraestructura global.
Sin embargo, luego que Abdulla Yameen, quien había estrechado las relaciones con Pekín, perdiera en la presidenciales maldivas del pasado domingo, su sucesor de la oposición, Ibrahim Mohamed Solih, podría cambiar el balance de fuerzas en el archipiélago entre los dos gigantes asiáticos, señala South China Morning Post.
¿Por qué China y la India compiten por esta nación oceánica?
Las Maldivas -hogar de unos 400.000 ciudadanos- han sido un foco tradicional de la influencia política india. Sin embargo, China impulsó sus vínculos con el país insular en los últimos años, considerando este territorio como parte clave de sus inversiones en el marco de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, el ambicioso proyecto político-económico de Pekín.
Pero la creciente presencia china en la región fomentó las suspicacias de Nueva Delhi acerca de que las Maldivas se estaba convirtiendo en un eslabón más de una estrategia de Pekín para construir una red de lazos económicos y militares en la región con objetivo de constreñir a la India.
Estos temores aumentaron cuando Yameen aceptó la entrada de inversionistas chinos en el país y luego apoyó la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda.
¿Qué hace China en las Maldivas?
En este contexto, Pekín ha realizado grandes inversiones en proyectos de infraestructura en las Maldivas durante la Presidencia de Yameen.
Estas incluyen 830 millones de dólares para renovar su aeropuerto internacional y construir un puente de dos kilómetros para unir la isla donde se encuentra la terminal con Malé, la capital del país, según el Centro para el Desarrollo Global.
Asimismo, China también está construyendo en el país un complejo residencial de 25 plantas y un hospital.
Entre tanto, unos 306.000 turistas chinos visitaron las Maldivas el año pasado, lo que supone el 21 % del total del turistas que recibió el país en 2017.
Así, cuando tres buques de la Armada china atracaron en el puerto de Malé en agosto de 2017, las preocupaciones de Nueva Delhi no hicieron más intensificarse.
¿Qué pasó con los lazos entre Malé y Nueva Delhi bajo la Presidencia de Yameen?
Las relaciones bilaterales entre los gobiernos de la India y de las Maldivas se deterioraron durante el tiempo en que Yameen estuvo en el poder.
En marzo de 2015, el primer ministro indio, Narendra Modi, canceló su visita de Estado a la nación isleña tras el encarcelamiento del expresidente maldivo proindio Mohamed Nasheed.
A su vez, este año las Maldivas rechazaron la invitación de la India para participar en sus ejercicios navales bienales de ocho días.
Asimismo, el Gobierno de Yameen también rechazó renovar las visas para los indios que trabajaban legalmente en las Maldivas, sin dar ninguna explicación al respecto.
¿Tendrán consecuencias las inversiones chinas en las Maldivas?
La pequeña nación ha acumulado una deuda estimada de 1.300 millones de dólares con China, más de un cuarta parte de su PIB, principalmente debido a proyectos de infraestructuras a gran escala, según Reuters.
En enero pasado, el exiliado expresidente Nasheed afirmó que el 80 % de la deuda externa maldiva estaba contraída con Pekín.
Según este, las compañías chinas habían alquilado al menos 16 islotes de las 1.192 islas de coral que conforman el país y estaban construyendo allí puertos y otras infraestructuras, reportó AFP.
Antes de las elecciones, un vocero del opositor Partido Democrático de las Maldivas calificó los proyectos financiados por Pekín de "trampas de deuda" y muestras de la corrupción del Gobierno de Yameen.
Los críticos han advertido que la deuda puede llevar a que el país tenga que hacer grandes concesiones, como su vecino Sri Lanka, que se vio obligado a firmar un contrato de arrendamiento de 99 años con China para el puerto de Hambantota al no poder reembolsar los préstamos tomados para desarrollar el proyecto.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha afirmado que Pekín nunca ha atribuido ninguna condición política a su ayuda a las Maldivas y que no ha perjudicado la soberanía e independencia del país, ni ha puesto en peligro la seguridad en la región del océano Índico.
En febrero pasado, el portavoz de la Cancillería, Geng Shuang, desmintió como "absurdas" las acusaciones de apropiación de tierras por parte de Nasheed.