Efectivos de la Flota del Norte rusa han probado con éxito por primera vez en el Ártico el poderoso complejo ruso de misiles Bastión, armado con proyectiles supersónicos P-800 Ónix dotados de inteligencia artificial.
La prueba se llevó a cabo en el marco de una serie de ejercicios militares tácticos con misiles, sistemas antiaéreos y de artillería realizados en las islas árticas del archipiélago de Nueva Siberia y en las costas nórdicas del Extremo Oriente de la Federación Rusa.
En un video publicado recientemente por el Ministerio de Defensa se registró el lanzamiento de uno de los misiles P-800 Ónix desde la costa de la isla de Kotelny contra un objetivo que simulaba un grupo de naves hostiles, ubicado a más de 60 kilómetros de distancia en el mar de Láptev.
El complejo Bastión se desplegó recientemente en el Ártico ruso y es capaz de lanzar proyectiles Ónix antibuque hacia objetivos en un rango de hasta 300 kilómetros con una trayectoria de vuelo alta-baja, y de hasta 120 kilómetros con una trayectoria de vuelo baja-baja. Aunque están diseñados para utilizarse contra barcos, también se puede usar contra objetivos terrestres.