Revelan en qué 'parte' de nuestro cuerpo se encuentra la causa de la drogadicción
Un grupo de genetistas internacional ha detectado una relación entre la drogadicción y la presencia de huellas génicas de un antiguo retrovirus en el ADN humano. De momento este vínculo tiene una dimensión numérica, pero no está del todo claro cómo funciona.
Los autores del estudio afirmaron en un comunicado difundido el 25 de septiembre que el genoma humano abunda en huellas génicas de distintos retrovirus. "Gran parte de las personas creen que estos antiguos virus son inofensivos", dijo uno de los autores, Gkikas Magiorkinis. En muchos casos no implican ningún daño, pero en otros influyen hasta en el desarrollo del cáncer, destacó.
Una de estas signaturas de microrganismos, identificada como 'el retrovirus endógeno humano tipo K' y designada 'HK2', posiblemente afecta a la liberación de dopamina, un importante neurotransmisor.
En los años previos a este ensayo los científicos supieron que el retrovirus está relacionado con el gen RASGRF2, responsable del sistema de emisión de dopamina en el cerebro. Por este motivo dicho gen protagonizó a menudo las investigaciones de la naturaleza de la adicción individual a las drogas o el alcohol. Así, en el 2013 los genetistas atribuyeron al RASGRF2 un papel crucial en la alcoholización de los adolescentes.
El estudio
Ahora los investigadores piensan que el retrovirus HK2 "puede manipular" los genes de la adicción. Consideran muy probable que su integración en el genoma influya en el desarrollo de las dependencias perniciosas, alterando la expresión y las funciones de los genes.
Básicamente este estudio fue un análisis de muestras del ADN tomadas a más de 200 pacientes griegos con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y un número equiparable de británicos con hepatitis C. Parte de esos enfermos se había contagiado por medio de inyecciones intravenosas de heroína u otros estupefacientes.
Los estudiosos determinaron que entre los consumidores de drogas la integración del HK2 en el gen RASGRF2 era 2,5 veces más frecuente entre los infectados con VIH y 3,6 veces más frecuente entre los enfermos con hepatitis, en comparación con aquellos que no tenían esta clase de adicciones.
Los autores del estudio destacan que la inserción del HK2 particularmente en el gen en cuestión ocurre solo en el 5-10 % de la población. Esta semana un artículo que recoge el estudio, elaborado por este equipo greco-británico, ha sido publicado en la revista estadounidense PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).