El exagente doble ruso Serguéi Skripal se mostró reacio a creer que el Kremlin podría querer matarlo, según afirma el nuevo libro 'The Skripal Files' ('Los archivos de Skripal'), del periodista de la BBC Mike Urban.
El libro, cuya publicación está programada para esta semana, sostiene que Skripal se enfrentó a algunos "ajustes psicológicos difíciles" después de que se despertara del coma producido por el envenenamiento sufrido en marzo, y que al principio se negó a reconocer que había sido el objetivo de un "complot de asesinato" del Kremlin, recoge The Guardian.
Sin embargo, en el artículo del medio británico no queda claro cómo el libro evalúa las emociones de Skripal después del envenenamiento, ya que afirma que se basa en entrevistas de 2017, cuando el exespía ruso vivía en una casa comprada por el MI6 en Salisbury.
Según Mike Urban, el ruso no quería ser citado directamente, alegando que tenía "miedo de Putin". A pesar de que no creía correr ningún peligro personal, Skripal evitaba hacer declaraciones públicas para que su hija Yulia y su hijo Alexánder pudieran viajar a visitarlo libremente desde Rusia.
"Nacionalista ruso sin pudor"
Al mismo tiempo, el libro describe a Skripal como un "nacionalista ruso sin pudor", que se pasaba la mayor parte del día viendo la televisión rusa y apoyaba "la línea del Kremlin en muchos asuntos", incluyendo el referéndum de 2014 en Crimea y su posterior reunificación con Rusia. Incluso se le cita diciendo que los ucranianos son "simplemente ovejas que necesitan un buen pastor".
Varios medios de comunicación han estado promocionando el libro de Urban en el período previo a su lanzamiento, la mayoría de ellos centrados en los antecedentes de Skripal como espía y sus tratos con el MI6, relacionados con secretos de Estado de Rusia.
'Los archivos de Skripal' parece arrojar poca luz sobre por qué el Kremlin querría matar al exagente doble, quien fue condenado en Rusia en 2006 y a quien en 2010 se le permitió mudarse al Reino Unido como parte de un intercambio de espías.
- El exagente doble de inteligencia Serguéi Skripal y su hija Yulia fueron envenenados en la ciudad británica de Salisbury, el pasado 4 de marzo, con una sustancia que Londres identificó como el agente nervioso Novichok.
- El caso desató una grave crisis diplomática internacional después de que Londres acusara a Moscú de estar detrás del ataque. Rusia ha denunciado en reiteradas ocasiones el carácter infundado de estas acusaciones y la falta de pruebas.
- Aunque el laboratorio de Porton Down ha identificado la sustancia utilizada como Novichok y como un agente nervioso de grado militar, sus científicos no han podido determinar en qué país fue producido.
- Según la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, Moscú ha enviado unas 60 notas diplomáticas a Londres, exigiendo que se le proporcione acceso a la investigación y a los ciudadanos rusos afectados en el ataque, y ha presentado propuestas de cooperación, peticiones todas a las que las autoridades británicas no han reaccionado.