La renuncia de Lloyd Blankfein a su cargo de presidente del banco estadounidense Goldman Sachs esta semana ha coincidido con dimisiones de alto nivel en varios otros bancos, tanto en EE.UU., como en la Unión Europea.
En el español BBVA, se ha retirado Francisco González, presidente ejecutivo durante 17 años. El responsable de la banca de inversiones, Christian Meissner, ha dimitido en el Bank of America.
Su homólogo en UBS, Andrea Orcel, ha abandonado su posición para hacerse CEO del Banco Santander. En los últimos meses, dos jefes europeos de entidades financieras estadounidenses, Bank of America y Citigroup, también se han marchado.
"Que un puñado de banqueros de alto rango dimita simultáneamente, normalmente no sería tan notable. Pero no estamos en una situación normal", señala The Financial Times.
¿Señal de alarma?
Durante una conferencia bancaria anual en Londres la semana pasada, organizada por Bank of America, los participantes percibieron baja asistencia y ánimo pesimista. "Todos esperan que algo salga mal", señaló un participante citado por el diario.
Pocos financieros negarían que los mercados de valores, los precios de los bonos, la tasación de inmuebles y las carteras de préstamos se encuentran en una burbuja. "Parece estar surgiendo un consenso en torno a que algo estallará en los próximos 18 meses más o menos. La cuestión es solo qué", acentúa el periódico financiero.
El reajuste en la cúpula banquera hasta cierto punto es el indicador de un cambio de ciclo. Incluso si el desastre no sucede, los bancos no son lugares de trabajo tan interesantes como eran antes del desplome de hace una década. Las ganancias han disminuido, y las restricciones sobre el capital y las operaciones se han hecho más estrictas.
Para la banca europea el desafío es aún mayor. Mientras que los bancos estadounidenses se encuentran relativamente bien, la mayoría de sus rivales europeos están luchando. Según el Banco Central Europeo, la rentabilidad financiera del banco medio de la eurozona fue del 6,6 % en el primer trimestre de este año, comparada con el 11,2 % en EE.UU., según datos del Banco de la Reserva Federal de San Luis.
"La misión de estos ejecutivos ha sido resolver los problemas de los años postcrisis en estos bancos. La perspectiva de gestión rutinaria es tan poco atractiva como una nueva crisis", concluye The Financial Times.