El papa Francisco, en su carácter de jefe del Vaticano, envió una donación de 100.000 dólares para ayudar a la población afectada por el terremoto y tsunami que golpearon Indonesia, provocando la muerte de 1.400 personas y enormes daños.
"Esta suma quiere ser una expresión inmediata del sentimiento de cercanía espiritual y aliento paternal del Santo Padre a las personas y territorios afectados y se repartirá, en colaboración con la Nunciatura Apostólica, entre las zonas más golpeadas por la catástrofe", señala un comunicado de la oficina de prensa del Vaticano.