Un recluso condenado a muerte ha sido asesinado por otro reo en la Prisión Estatal de San Quintín, ubicada en el estado de California, reporta la agencia AP. Pese a que los asesinatos en las cárceles californianas son bastante comunes, se trata de un caso raro para los que están en el corredor de la muerte. El último había ocurrido en 1997.
El sospechoso es Luis Rodríguez, quien según se informa, mató a su compañero Jonathan Fajardo golpeándolo con un arma improvisada en el pecho y el cuello. El hecho ocurrió en el área recreativa del centro correccional. Las autoridades están investigando el motivo del homicidio y cómo el preso consiguió fabricar el arma.
Amy Smith, profesora asociada de la Universidad Estatal de San Francisco y especialista en materia de pena capital, señaló al medio que este caso es "muy inusual". En el corredor de la muerte suele haber una seguridad muy alta y los reclusos se mantienen separados. Sin embargo, se les permite reunirse en pequeños grupos en el patio recreativo donde se produjo el reciente asesinato. Agregó que este tipo de reclusos normalmente "tiene muy bajos índices de violencia en prisión".