La periodista búlgara Victoria Marinova, de 30 años, fue encontrada muerta después de que fuera emitida la última entrega de su programa de televisión en el que reveló prácticas corruptas en la realización de unos proyectos de la Unión Europea (UE).
El cuerpo de la periodista, con marcas de golpes en la cabeza y de estrangulamiento, fue descubierto el pasado sábado en un parque de la ciudad búlgara de Ruse, ha comunicado el fiscal Georgui Georguiev, citado por AFP. Según la investigación, Marinova fue violada y luego asesinada.
"Su teléfono móvil, llaves del coche, gafas y algunas prendas desaparecieron", afirmó Georguiev y añadió que por el momento la Fiscalía está investigando todas las pistas y entre ellas la versión de que el crimen está relacionado con el trabajo de Marinova. Sin embargo, fuentes policiales informaron a AFP que de momento no es seguro que la actividad profesional fuera el motivo del asesinato.
En ese contexto, el primer ministro Boiko Borísov señaló que hay muchas evidencias en este caso y que "es solo una cuestión de tiempo que el crimen sea resuelto".
Conmoción
La comunidad internacional de periodistas expresó su conmoción por el suceso. El responsable de la libertad de prensa de la OSCE, Harlem Desir, precisó en su cuenta de Twitter que está "conmocionado por el horrible asesinato" de la periodista y pidió "una investigación plena y exhaustiva" del caso. Por su parte, el representante del Comité para la Protección de los Periodistas, Tom Gibson, alentó a las autoridades búlgaras a "emplear todos los esfuerzos y recursos" para "entregar a la justicia a los responsables" del "bárbaro asesinato".
Marinova era la presentadora del programa 'Detector' en la cadena local TVN. En su último episodio, emitido el 30 de septiembre, los invitados fueron dos periodistas: Dimitar Stoyanov y Attila Biro, que revelaron posibles prácticas de corrupción por parte de una empresa privada, encargada de llevar a cabo unos proyectos de la UE y sospechosa de realizar estafas con fondos europeos.
Asen Yordanov, el propietario del portal Bivol.bg, en el que por primera vez fueron publicados los resultados de la investigación de Stoyanov y Biro, afirmó que sus reporteros recibieron amenazas por su trabajo e hizo hincapié en que el caso de Marinova es una "advertencia" a todos los periodistas. "La muerte de Victoria, la manera brutal en la que fue asesinada, fue una ejecución", reiteró. "Se suponía que debía servir como un mensaje, a modo de advertencia", subrayó Yordanov.
Con el de Victoria Marinova asciende a tres el número de periodistas de la UE asesinados en los últimos 12 meses. En octubre del 2017 en Malta murió al explotar su coche Daphne Caruana Galizia, que investigaba casos de corrupción de funcionarios gubernamentales. El 21 de febrero de 2018 fue asesinado el periodista de investigación eslovaco Jan Kuciak, cuyo deceso la Policía también relacionó con su trabajo.