En 2011 nació María Emilia, una de las hijas del venezolano José Luis Quintero y la ecuatoriana María Fernanda Illánez. Una vez que a la pequeña se le introdujo a una dieta regular, sus padres se dieron cuenta que algo no andaba bien y que algún elemento dentro de la alimentación estaba causando daño a su bebé.
"Mi hija empezó a tener algunas intolerancias a ciertos alimentos", dice Quintero, que explica que la niña "se enfermaba constantemente, le daba una sinusitis muy fuerte y no entendíamos por qué". Al principio la calmaban con antibióticos, pero notaron que estaba siendo demasiado recurrente el uso de estos medicamentos: "No somos médicos, pero te das cuenta de que no es sano para tus hijos". Indagaron y obtuvieron como diagnóstico que la pequeña "no puede consumir la caseína, que es la proteína de la leche".
Para evitar continuar con el uso de antibióticos, tomaron la decisión de "cambiar radicalmente la dieta dentro de casa", con mayor consumo de productos naturales, señala Quintero; y una vez hecho el cambio "nos dimos cuenta de que la niña y todo el grupo familiar nos sentíamos muy bien".
Entre los productos que incorporaron a la nueva dieta estaba, y sigue estando, la "quinua" o "quinoa", como se conoce en otros países, en especial en los no hispanohablantes.
En 2013, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declaró ese año como el 'Año Internacional de la Quinua' para intentar fomentar el cultivo y el consumo de este grano andino, que en países como Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia se consume desde la época preincaica. Esta instancia internacional lo calificó de "superalimento", al ser "el único alimento de origen vegetal que tiene todos los aminoácidos esenciales, oligoelementos y vitaminas", además de no contener gluten.
Gourmet Andino
Del ingenio para comer en casa y ante la falta de productos en el mercado ecuatoriano para suplir la nueva dieta, surgió la idea de incursionar en su propio emprendimiento, ofreciendo en Quito [capital de Ecuador] productos para personas con las mismas limitantes, "que tienen algún tipo de intolerancia, alergias al gluten —por ejemplo— o que sencillamente se quieren alimentar mejor".
"Mi esposa trabajaba con una asociación de mujeres que producían quinua y tenían sobreproducción y no lograban colocarlas en el mercado", dice Quintero, que afirma que ahí vieron "una oportunidad".
Así, formaron su emprendimiento al que denominaron Gourmet Andino. Comenzaron haciendo "mezclas para usarlas en pastelerías y hacer 'pancakes' [panqueques] basadas en quinua orgánica, mezclada con otros cereales y otros productos andinos, sin conservantes ni aditivos" y mínimamente procesados, menciona.
Son productos libres de gluten, sin lácteos y que son amigables con las personas que tienen una dieta vegana. Para preparar los alimentos finales, como el panqueque, por ejemplo, se le agrega solamente agua, no se necesita añadir ningún otro ingrediente a la mezcla que vende Gourmet Andino, y se lleva a la sartén. "Si alguien le quiere agregar un poco más de valor nutricional, le puede anexar una leche vegetal", agrega el entrevistado.
Desde los mercados artesanales
Los productos los comercializa Gourmet Andino bajo la marca Cusi, que viene de la palabra 'kushi', del idioma ancestral kichwa, que significa 'alegría'.
"Empezamos a ir a estos pequeños mercados artesanales que se crean alrededor de los barrios de Quito y vendíamos ahí", explica Quintero. Los productos los vendían en bolsas de papel y el reto era "incentivar el consumo, de una manera diferente y hasta divertida, de un grano que es muy tradicional y que, por lo general aquí en el Ecuador, la gente solo lo comía en la sopa de los abuelos y de los papás".
Los resultados llegaron: "Comenzamos a ver que a las personas les gustaba el producto, que era más un tema de que la gente los probase", dice el padre de María Emilia.
Durante cuatro años "estuvimos yendo a este tipo de mercados, de ferias" y —dice— "empieza el 'boom' en Quito de todas las tiendas orgánicas", entre ellas nace la iniciativa SuperFoods Ecuador, una tienda y restaurante de comida saludable y ahí "metimos nuestros productos".
Pero, en 2016 deciden dar un salto importante y cambiar a empaques más llamativos, de mejor calidad, "con registro sanitario, con toda la normativa que se exige a nivel nacional e internacional", lo que contribuyó considerablemente en "la demanda de los productos" y se extendieron a otras tiendas y, este año, a una de las cadenas de supermercados más importantes del país.
Más y más productos
Quintero dice que en Gourmet Andino comenzaron con la línea de mezclas para panqueques y pasteles, que aún conservan. Hoy tienen varias presentaciones de estos productos de quinua ligados con avena, canela e, incluso, chocolate.
El año pasado lanzaron harinas, también de quinua orgánica; una presentación original y otras mezcladas con hongos y cebollín. Estas harinas se pueden usar solas o se pueden emplear para combinarlas con otras harinas y, así, fortalecer su valor nutricional en alimentos como coladas, galletas, batidos y panes, entre otros.
"Sacamos una línea de otros cereales, como una avena orgánica sin gluten, semillas de cáñamo y otro de trigo sarraceno", que no viene de la familia del trigo, sino que es un pseudo cereal, pero con todas las características de los cereales, dice.
Además, venden, en presentación granulada, la quinua orgánica, mezclada con hongos y también con cebollín; se pueden usar en sopas, ensaladas, bebidas o cicinarlos solos.
A la fecha, estos emprendedores cuentan con una planta industrial en la localidad de Perucho, al nororiente de Quito.
Quintero dice que la materia prima, entre el 90 y 95 %, la proveen productores locales, trabajan con asociaciones que "están certificadas con comercio justo en el país", como Camari, que provee panela orgánica; y Maquita Cushunchic, que aporta la quinua.
Actualmente la niña de José y María Fernanda tiene siete años y "no necesita medicinas". Le empezaron a suministrar "paulatinamente leche animal", pero sin caer en excesos, para evitar recaídas. La ingesta de productos naturales mínimamente procesados sigue siendo una prioridad, tanto en el negocio como en casa.
Edgar Romero G.