Geoingeniería climática: ¿Una necesidad científica o política?
Movimientos indígenas, campesinos y organizaciones ambientalistas de los cinco continentes han publicado un manifiesto con el que pretenden alertar sobre los riesgos de la llamada geoingeniería climática.
El documento, titulado 'No manipulen la Madre Tierra', que fue suscrito por 23 organizaciones internacionales, 6 premios Right Livelihood –conocido como el Nobel Alternativo– y 87 organizaciones nacionales de todo el planeta, considera urgente detener la experimentación con el clima.
El texto argumenta que esa tecnología constituye una "propuesta peligrosa, injusta e innecesaria", ya que conlleva graves riesgos, entre ellos el empeoramiento del cambio climático.
[NEWS RELEASE] Today, as the #IPCC48 deliberates about reaching 1.5C, 110 organizations are launching the Hands Off Mother Earth! Campaign against geoengineering. The movement against these dangerous, unproven false solutions to #climatechange is growing. https://t.co/6Ty62yRe0jpic.twitter.com/w19QR3i98Z
— ETC Group (@ETC_Group) 4 de octubre de 2018
Los firmantes aseguran que la geoingeniería climática "perpetúa la falsa creencia" de que el actual modelo de producción y consumo industrial "no puede ser cambiado" y, por lo tanto, se requiere el uso de la tecnología "para atenuar sus efectos".
¿Tecnología para el clima?
La geoingeniería sugiere la aplicación de una serie de tecnologías para intervenir deliberadamente y alterar los sistemas naturales a escala planetaria.
Hasta ahora, se conocen dos vertientes en fase de prueba.
La primera propone reducir la cantidad de luz solar que ingresa a la atmósfera para enfriar artificialmente el clima.
Mientras que la segunda intervención al clima apunta a los sistemas terrestres. La finalidad es absorber dióxido de carbono de la atmósfera, a gran escala, y enterrarlo en el subsuelo, en los océanos o en grandes plantaciones de monocultivos de árboles.
Los defensores de la geoingeniería sostienen que, empleando tecnologías, es posible compensar los efectos del cambio climático.
Ken Caldeira, experto de la Universidad de Stanford (EEUU), aseguró a EFE que "el clima cambiará y, aunque no podamos parar todo el cambio climático, sí podremos reducirlo". Pero las herramientas ameritan "un buen manejo" basado en la ética.
En contra de la geoingeniería
Según los activistas, el concepto de la geoingeniería viene siendo promovido por un pequeño número de gobiernos, corporaciones y científicos de los países más poderosos y más contaminantes.
No obstante, añaden, la geoingeniería no es más que "intervenciones tecnológicas a gran escala", que todavía no superan el plano teórico, y que podrían tener impactos "devastadores" en el ambiente, los ecosistemas y las comunidades en muchas partes del mundo.
Una excusa respaldada por científicos
Para Silvia Ribeiro, investigadora y directora para América Latina del 'ETC Group', "la geoingeniería climática no es una necesidad científica", sino más bien "una necesidad política", particularmente de la industria transnacional de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) "que no está dispuesta a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero".
También la calificó como "una excusa" (de gobiernos y empresas) o "una coartada tecnológica", que cuenta con el respaldo de algunos científicos.
Moratoria de la ONU
En 2010, el Convenio de Diversidad Biológica de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un tratado internacional jurídicamente vinculante, decretó una moratoria global a esa tecnología climática, que sigue en vigencia.
Por esta razón, muchos de los experimentos que continúan realizándose violan la norma establecida.
De forma específica, la moratoria (página 6) exige "que no se lleven a cabo actividades de geoingeniería relacionadas con el clima (...) hasta que no haya una base científica adecuada que justifique dichas actividades, y no se hayan considerado de manera apropiada los riesgos conexos para el medio ambiente y la diversidad biológica, y los impactos sociales, económicos y culturales relacionados".
La investigadora del ETC Group señala que las empresas petroleras "causantes del cambio climático" impulsan y financian la geoingeniería "en vez de revisar los impactos de sus actividades y el gran consumo de combustibles fósiles".
Apunta que, por el contrario, otras "muchas alternativas" están probadas y generan impactos positivos en el medio ambiente, "como la agricultura campesina", que tiene el gran potencial de absorber gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
"No queremos", concluye Silvia Ribeiro, que la geoingeniería "nos haga caer en una nueva dependencia tecnológica, a manos de los mismos que provocaron el cambio climático".
Ernesto J. Navarro