El cohete Soyuz-FG que se lanzó desde Baikonur este 11 de octubre sufrió una avería en el segundo 119 de su vuelo. Esta sucedió en un momento en que los bloques laterales de la primera etapa se separaban del módulo central de la segunda etapa. Después de eso, la nave se separó en compartimentos y lanzó una cápsula de descenso en la que se encontraba la tripulación.
Ambos astronautas aterrizaron con seguridad y están sanos y salvos. Para detallar qué pudo haber pasado con el cohete y explicar cómo funciona el sistema de rescate, RT ha hablado con el investigador espacial José Oliver Sinca.
Cómo funciona el cohete-propulsor
El cohete propulsor Soyuz-FG consta de tres etapas. La primera etapa consiste de cuatro bloques laterales [cada uno de los cuales es propulsado por su motor] que se mantienen adosados al bloque central durante los primeros dos minutos o dos minutos y medio.
"Cuando se separan, se separan por medios pirotécnicos, es decir, unos pequeños motores-cohetes que actúan cuando los anclajes están abiertos y han de separar los aceleradores laterales de la nave central", detalló Oliver.
¿Qué pudo haber pasado?
"Puede ser que alguno de estos sistemas pirotécnicos no haya actuado debidamente y haya provocado un sentido de giro del propio acelerador golpeando al cuerpo central, donde va el queroseno y el oxígeno líquido para seguir hasta los cinco minutos de vuelo. ¿Qué puede suceder? Una perforación, una bajada de presión y, por lo tanto, la combustión no se ha completado hasta el minuto y segundo calculados".
"A partir de allí, ya actúa otros sistema: el sistema informático, el sistema de aviónica, que le están diciendo a la nave, a los astronautas y a los controladores de tierra: 'No vamos a conseguir la órbita'. Por lo tanto, hay que aplicar el sistema de emergencia," explicó el experto.
¿Qué pasa en caso de un accidente?
Si falla alguna de las etapas, los motores se apagan y arranca automáticamente el sistema de rescate de emergencia. Todo el sistema espacial se separa automáticamente en compartimentos, y la tripulación del vehículo aterriza en un módulo de descenso. Todas las demás partes de la nave caen y se destruyen.
El sistema de rescate de emergencia proporciona la evacuación de la tripulación en cualquier etapa del vuelo de la nave espacial. Desde la marca cero (es decir, todavía en tierra) hasta la salida a la órbita.
Desde el momento de su activación -pocos minutos antes del despegue- y hasta la entrada en capas altas de la atmósfera, el sistema es capaz de 'desprender' la nave con la tripulación del cohete portador, 'dispararla', para alejar del cohete, y asegurar un aterrizaje suave.
En el caso de accidentes ocurridos después de la descarga del sistema de salvamento, los motores incorporados y el sistema de paracaídas de la nave espacial se utilizan para salvar a la tripulación.