Trump, bajo presión para detener la venta de armas a Riad por la desaparición de Khashoggi

Algunos senadores estadounidenses opinan que, si se confirma el probable asesinato del periodista en Turquía, las relaciones entre EE.UU. y su viejo socio saudita podrían cambiar.

La industria de defensa de EE.UU. está alarmada a medida que aumenta la presión al Gobierno de Donald Trump para detener las ventas de armas a Riad por la desaparición en Estambul del periodista saudita Jamal Khashoggi. Turquía asegura que Khashoggi fue asesinado por los sauditas por su posición crítica al Gobierno del reino, algo que Riad niega.

Varios importantes fabricantes de armas de EE.UU. expresaron a la Casa Blanca su preocupación por las propuestas de bloquear la venta de armas a Arabia Saudita como consecuencia del caso Khashoggi, informa Reuters citando a un funcionario anónimo del país norteamericano, quien, no obstante, se negó a identificar a las compañías que habían contactado con la Administración.

El senador republicano Rand Paul ya ha sugerido congelar la venta de armas estadounidenses a Riad hasta que se resuelva el caso Khashoggi. Pero hasta ahora el presidente Trump parece poco convencido: este jueves dijo que no quiere suspender las ventas de armas a Arabia Saudita como castigo por la desaparición del periodista, ya que, de hacerlo, el reino recurriría a Rusia y China para adquirir armas por valor de 110.000 millones de dólares.

La senadora republicana Lindsey Graham afirmó a la cadena Fox News que, si se confirma que Khashoggi —que colaboró con The Washington Post— fue secuestrado y asesinado por orden del Gobierno saudita, "quedarán destruidas las relaciones tal y como las conocemos". Por su parte, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker, también aseguró que este giro de los acontecimientos "cambiaría enormemente la relación" con Arabia Saudita.

Corker y Graham figuran entre los 22 senadores que a principios de esta semana enviaron una carta a Trump exigiendo una investigación sobre la desaparición de Khashoggi y la introducción de sanciones contra los responsables. Ahora la Casa Blanca está obligada a proporcionar un informe dentro de 120 días sobre el asunto.