Según cifras estimadas por la ONG Centro Colibrí por los Derechos Humanos, más de 3.500 migrantes se encuentran desaparecidos en su intento de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Mirza Monterroso, gerente de la organización, ha señalado que "el caso más añejo de un migrante desaparecido data desde 1990, sin embargo, a partir de 2010, con el reforzamiento de la seguridad en la frontera, se ha venido registrado un número considerable de desapariciones", de acuerdo a declaraciones publicadas por el diario mexicano Milenio.
Entre 1990 y 1999, se registraron aproximadamente 12 muertes de migrantes por año en el sur de Arizona. Sin embargo, entre los años 2000 y 2017 esta cantidad aumentó drásticamente, donde se registró un promedio de 157 muertes anuales, de acuerdo de a los datos publicados por la ONG en referencia al reporte de la Oficina de Medicina Forense del Condado de Pima (PCOME) en el estado fronterizo de Arizona.
Debido a las fuertes condiciones climáticas del desierto y las zonas donde suelen encontrarse los cuerpos, su respectivo reconocimiento puede convertirse en una tarea sumamente complicada. Ante este escenario, la identificación de material genético es el procedimiento más viable.
El Centro Colibrí por los Derechos Humanos cuenta con el Programa ADN desde el año 2016 para colaborar de forma gratuita con las personas que buscan a sus familiares desaparecidos. "Hemos logrado identificar casos que llevaban más de 20 años buscando a su familiar siendo una mezcla de sentimientos, porque, cuando los identifican, es un gran alivio el poder regresarlo a su casa y tener un lugar donde llevar sus flores, pero cuando es más reciente la desaparición, les causa mucha tristeza, porque tenían la esperanza de encontrarlo con vida", comentó Monterrosa.
De acuerdo al informe publicado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el ahogamiento y la deshidratación son las principales causas de muerte en la travesía para cruzar la frontera entre ambos países.