¿'Default' a la vista? Los cinco países con mayor deuda nacional

Hay tres países de la Unión Europea en la lista.

A principios de este año la deuda global superó los 247 billones de dólares. Según el Instituto de Finanzas Internacionales, esta cantidad es un 318% superior al producto interior bruto mundial, y se explica por el hecho de que los países siguen pidiendo préstamos a pesar de las advertencias de las organizaciones financieras y económicas internacionales. 

Estados Unidos lidera en términos de deuda gubernamental (más de 21,5 billones de dólares). Sin embargo, desde el punto de vista del ratio entre la deuda pública de un país y PIB la situación es diferente. De acuerdo con ese principio, el 'ranking' de los cinco países con mayor deuda nacional es el siguiente:

Japón

El primer lugar de la lista lo ocupa Japón. A finales del año 2017, la deuda de uno de los países más desarrollados del mundo superó el 253% del PIB y continúa creciendo, mientras que la economía se desarrolla a gran lentitud: creció el 0,4% en el 2014, el 1,4% en el 2015, el 0,9% en el 2016 y el 1,7% en el 2017. Un problema añadido es el aumento del número de jubilados, lo que obliga a financiar más pensiones.

Sin embargo, Japón no ha entrado en suspensión de pagos, ya que el país dispone de reservas suficientes y la mayoría de las obligaciones de deuda pertenece a entidades legales y privadas nacionales. Pero el significante déficit del comercio exterior es alarmante para un país con una economía orientada a la exportación. 

Grecia

A finales del 2017, la deuda nacional total de Grecia era del 178,6% del PIB. Muchos expertos creen que una nueva crisis presupuestaria en el país es casi inevitable, debido a la previa situación griega. 

Tras cambiarse a liquidaciones en euros en el año 2011 el Gobierno griego pudo tomar préstamos más baratos en euros. En el mismo período se llevó a cabo la privatización masiva de empresas estatales, incluidos los cinco bancos principales del país. Además, con la adhesión a la eurozona, el empleo en el sector servicios aumentó y la producción disminuyó. Tal política económica provocó un desequilibrio presupuestario y en el año 2009 la deuda nacional de Atenas superó el 126% del PIB. 

En los años 2010 y 2011 se proporcionaron dos programas de asistencia financiera a Grecia. En el 2015 hubo un 'default' técnico del país debido al impago de la deuda al Fondo Monetario Internacional. En el mismo año el tercer programa de crédito fue aprobado, que ha finalizado este año.

Líbano

El tercer lugar lo ocupa este país de Oriente Medio. Una fuerte caída en los ingresos obligó al Gobierno a pedir préstamos, y el año pasado la deuda nacional del Líbano alcanzó el 149% del PIB.

Antes de que comenzara la guerra en Siria, este país florecía económicamente gracias a la exportación de productos a Irak, Jordania y los países del golfo Pérsico.

Sin embargo, el inicio de la guerra en el país vecino en el año 2011 supuso para el Líbano un aumento de las importaciones debido a la mayor demanda de consumo y bienes de capital, ya que se incrementó el ingreso de refugiados. Esto provocó el incremento del déficit comercial del país.

Aún más, el Gobierno tiene que gastar mucho dinero en el mantenimiento de refugiados de Siria. 

Italia

Penúltimo en la lista se encuentra Italia, cuya deuda nacional equivale al 131,8% del PIB

El principal problema de la economía italiana es que se basa en pequeñas empresas familiares que no pueden competir con las compañías transnacionales. Esta es la razón principal del lento crecimiento económico del país: el 0,1% en el 2014, el 0,9% en el 2015, el 0,8% en el 2016, el 1,5% en el 2017. 

Según los analistas, en el año 2019, cuando el italiano Mario Draghi abandone el cargo de presidente del Banco Central Europeo, el país perderá una fuente de préstamos baratos y como resultado no podrá pagar su deuda nacional y se verá obligado a declarar el 'default'. Tal desarrollo de eventos provocará una crisis a gran escala del sistema financiero mundial, según los especialistas. 

Portugal

Portugal cierra el 'ranking'. La deuda nacional del país ibérico supera el 125,7% de su PIB.  

Al formar parte de la Unión Europea y cambiarse a liquidaciones en euros, Portugal perdió la oportunidad de apoyar a la industria textil, uno de los sectores clave de su economía, por cuenta de su débil moneda (el escudo). Los productores nacionales perdieron la competencia frente a los chinos con su barata mano de obra. Como resultado, creció el nivel del desempleo y tuvo lugar una emigración masiva. 

En el año 2011, el país estuvo al borde de 'default'. Sin embargo, un programa de consolidación económica de 76.000 millones de dólares fue acordado. En el 2017, la situación económica en Portugal se estabilizó: el PIB creció el 2,6%, el desempleo cayó al 8,8%, menor que el promedio europeo. Sin embargo, el año pasado la deuda nacional aumentó, y los expertos del Fondo Monetario Internacional pronosticaron que el crecimiento de la economía portuguesa desacelerará al 1,8% en el año 2019.