La Iglesia ortodoxa rusa ha roto las relaciones con el Patriarcado de Constantinopla después de que este otorgara la independencia a la Iglesia ortodoxa ucraniana.
"En una reunión del Santo Sínodo se ha tomado la decisión sobre la ruptura completa de las relaciones con el Patriarcado de Constantinopla", ha anunciado el jefe del departamento de relaciones exteriores de la Iglesia, el metropolita Ilarión.
La Iglesia Ecuménica Ortodoxa, con sede en la ciudad turca de Estambul, proclamó el 11 de octubre que establece de manera provisional la administración directa del Patriarcado de Constantinopla (el nombre histórico de la misma ciudad) sobre los asuntos eclesiásticos en Kiev.
Una decisión del Santo Sínodo de la Iglesia al respecto revocó su propia carta histórica del año 1686, "emitida debido a las circunstancias de la época". Aquel documento otorgó a los patriarcas de Moscú y Toda Rusia el derecho a ordenar a los arzobispos metropolitanos de Kiev, siempre que estuvieran elegidos por asambleas del clero ruso y también ucraniano.
"Se tomó una decisión de revocar el acto del Patriarcado de Constantinopla de 1686 sobre la inclusión de la metrópoli de Kiev en el Patriarcado de Moscú, y también se tomó la decisión sobre el establecimiento de una sede del Patriarcado de Constantinopla en Ucrania. Todas estas decisiones, desde el punto de vista de la Iglesia ortodoxa rusa, son ilegales y canónicamente inválidas", ha afirmado Ilarión. La Iglesia rusa "no acepta estas decisiones y no va a seguirlas", ha aseverado.
"Esperamos que el sentido común prevalezca y que el Patriarcado de Constantinopla cambie su postura con relación a la realidad eclesiástica actual", ha expresado Ilarión. "Pero hasta que este cambio ocurra, hasta que estas decisiones ilegales y anticanónicas sigan en vigor, no podremos mantener las relaciones con esta Iglesia, que ahora está dividida", ha señalado el obispo.