El cosmonauta ruso Alexéi Ovchinin, que se encontraba a bordo de la nave espacial Soyuz MS-10 junto con el astronauta estadounidense Nick Hague durante la avería ocurrida el pasado jueves durante su despegue rumbo a la Estación Espacial Internacional, ha concedido una entrevista exclusiva a RT en la que ha explicado los detalles de lo ocurrido.
El cosmonauta ha explicado que, en situaciones normales, durante el lanzamiento "pueden verse algunos temblores y vibraciones" en la imagen de la transmisión en vivo desde la cápsula.
Sin embargo, durante el lanzamiento de la semana pasada sintieron que después de la primera etapa "estas vibraciones continuaron", por lo que "de inmediato se activó la alarma y quedó claro que esta era una situación anormal" y que el vuelo ya no podía continuar, recuerda.
Llegados a ese punto, los tripulantes actuaron "conforme a una situación de emergencia" y los acontecimientos posteriores se desarrollaron según lo previsto, desde el descenso balístico hasta el aterrizaje.
Reacción de Hague
Ovchinin ha aplaudido la reacción de su colega estadounidense durante la emergencia, ya que -recalca- "actuó correctamente" y durante todas las etapas del vuelo estuvo "apoyando, ayudando, respondiendo a las solicitudes de Tierra".
"Y luego, después de aterrizar, cuando los equipos de búsqueda nos encontraron y lo sacaron del vehículo de descenso, no vi miedo en su rostro", recuerda el cosmonauta ruso, añadiendo que le gustaría trabajar con Hague la próxima vez.
- El pasado 11 de octubre el cohete Soyuz-FG no pudo llevar a la órbita a la nave espacial Soyuz MS con el cosmonauta ruso Alexéi Ovchinin y el astronauta estadounidense Nick Hague a bordo.
- La tripulación logró evacuarse en la cápsula, que fue separada automáticamente del cohete tras el fallo, a través del sistema de rescate de emergencia.