Mercenario revela desde EE.UU. un programa de asesinatos pagados por una monarquía del Golfo

Abraham Golan, un contratista de seguridad húngaroisraelí residente en EE.UU., afirmó al portal BuzzFeed haber dirigido un programa de asesinatos selectivos lanzado en Yemen por la coalición liderada por los sauditas que libra actualmente una guerra en ese país contra los rebeldes hutíes, respaldados por Irán. 

Golan afirma que Emiratos Árabes Unidos (EUA), uno de los integrantes de la coalición, contrataron a su compañía de mercenarios Spear Operations Group, con sede en Delaware, para matar a enemigos específicos, incluido Anssaf Ali Mayo, el líder del partido político yemení Al Islah, considerado por este Estado como organización terrorista. La operación finalmente fracasó y Mayo desapareció de la política yemení por un tiempo, haciendo pensar incluso a los mercenarios que estaba muerto, pero actualmente está trabajando en el Gobierno yemení, sano y salvo. 

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Este fallido asesinato el 29 de diciembre de 2015 representó a salva inaugural en una "campaña dirigida" en la cual fueron eliminados de 25 a 30 miembros de Al Islah y diversos clérigos, según el exinvestigador de la ONU Gregory Johnsen.

Golan se responsabiliza de varios asesinatos de alto perfil ocurridos en Yemen, aunque se niega a detallar cuáles. No lo oculta por el remordimiento -se trata al final y al cabo de un mercenario-, sino porque su negocio se esconde en un área legal gris y no le interesa que se divulguen sus secretos profesionales. Actualmente, el contratista está tratando de vender su modelo de negocio al Ejército de Estados Unidos.

Las compañías militares y los contratistas privados están regulados por el Departamento de Estado, que sostiene que nunca ha permitido que sus mercenarios trabajen para otro gobierno, mientras que las leyes de EE.UU. prohíben a cualquier persona "conspirar para matar, secuestrar, o mutilar" a un ciudadano extranjero. Sin embargo, la publicación cita múltiples fuentes que afirman que Emiratos Árabes Unidos concedía grados militares a los mercenarios de Spear, proporcionándoles así cobertura legal para sus acciones, ya que los ciudadanos estadounidenses,, con algunas excepciones, tienen derecho a servir en ejércitos extranjeros.