El bloqueo y embargo financiero que Estados Unidos impuso a las cuentas bancarias del Gobierno venezolano, obliga a Caracas a ensayar fórmulas para zafarse de esas medidas en medio de una grave crisis económica.
En reiteradas oportunidades, Venezuela ha denunciado que el fin último de las sanciones financieras es una intervención armada al país caribeño.
Por esa razón, el Gobierno anunció este martes que todas las transacciones de su mercado cambiario estarán referenciadas en euros y no en dólares.
Se trata de una nueva jugada para intentar eludir las sanciones estadounidenses que impiden al Gobierno de Nicolás Maduro:
- Refinanciar y renegociar su deuda.
- Obtener financiamiento en el mercado internacional.
- Adquirir repuestos para las industrias, medicamentos, equipos médicos, alimentos e insumos para la producción agrícola.
Ahora bien, la eliminación del dólar como marcador cambiario no significa que la moneda estadounidense "necesariamente deba dejar de circular", solo "aumentará la circulación del euro" en el país, apunta Luis Salas, investigador asociado del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
Para lograr el éxito
Los impactos del uso del euro "estarán ligados a las decisiones que tome Europa sobre seguir o no los dictados de Washington", señala el economista venezolano Raúl Peñaloza, integrante del Observatorio Venezolano de la Realidad Económica (OVRE).
Sobre este aspecto, el anuncio europeo de establecer un mecanismo para realizar transferencias financieras con Irán, supone un antecedente que resulta "importante evaluar", añade Peñaloza, debido a que va en contrasentido de las sanciones anunciadas por Donald Trump contra el nación persa.
Alternativas al dólar
Son anuncios, dice el economista, que "aunque tímidos", muestran un cambio en la política europea respecto a las decisiones unilaterales de Estados Unidos.
Peñaloza considera que la Administración Trump ha recibido "mensajes claros de muchos países", contrarios a sus pretensiones.
Los gobiernos buscan "alternativas para librarse de la camisa de fuerza que supone la comercialización en dólares", asegura el economista.
Por esa razón, califica como "muy significativo" que Venezuela explore otras vías para la comercialización de sus hidrocarburos, porque la negociación de la energía en dólares ha sido la palanca del desarrollo económico de EE.UU.
Euros a escena
El Gobierno venezolano no solo se separa de la moneda estadounidense, sino que además anuncia la inyección de 2.000 millones de euros para ofertarlos en el mercado de divisas entre los meses de noviembre y diciembre.
Luis Vicente León, director de una empresa encuestadora y opositor al Gobierno de Nicolás Maduro, expresó que la inyección de euros a la economía es un guiño al sector privado nacional. Sin embargo, opina que la credibilidad en el monto anunciado, así como la continuidad de esa estrategia, "es muy pero muy baja".
Por su parte, Raúl Peñaloza considera que la "intervención del Estado" motorizará el mercado de divisas, y quizá sea "el último impulso antes del desmontaje definitivo del control de cambio", vigente desde el año 2005.
Confianza
No obstante el anuncio, Raúl Peñaloza precisa que en lo inmediato no se percibirán los efectos del cambio de dólar a euro, ya que dependerá del dinamismo de las transacciones con la divisa europea.
Para el economista venezolano, las opciones exploradas por el Gobierno de Venezuela resultan una forma de aliviar la crisis. Las sanciones impuestas por Washington "no afectan solo a las empresas estatales o a algunos funcionarios de forma individual, sino a todo el país", concluye.
Ernesto J. Navarro