La Justicia de Chile condenó al Arzobispado de Santiago a pagar una indemnización millonaria en concepto de daño moral a tres víctimas de abusos sexuales del exsacerdote Fernando Karadima, de 88 años, quienes denunciaron el encubrimiento de los delitos, detalló el diario La Tercera.
Al revocar una sentencia de primera instancia, la Corte de Apelaciones ordenó que se les pague 450 millones de pesos chilenos (unos 660.000 dólares) a Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo. De esta manera, confirmó la culpabilidad de los cardenales Francisco Errázuriz y Ricardo Ezzati al encubrir a Karadima.
Tras conocer la sentencia, los denunciantes aseguraron que se trató de un hecho "histórico". La "Iglesia pierde y se admite encubrimiento, negligencia y mentiras", escribió Cruz en su cuenta de Twitter.
Allí también compartió un comunicado conjunto firmado cona Hamilton y Murillo en el que aseguraron: "Nos alegramos profundamente. Ha sido un camino muy largo, lleno de dificultades y con un alto costo personal y familiar. Pero ha valido la pena".
Además, destacaron que el Estado "se está poniendo al día a través de la Justicia" para que todos respondan por sus actos, "especialmente si tienen a su cargo el cuidado de niños, adolescentes y personas vulnerables".
"Este fallo debiera marcar el fin de la impunidad en materia de abuso sexual", continuaron, antes de criticar a Ezzati y Errázuriz por "encubrir los abusos, proteger a los victimarios y silenciar a las víctimas".
Cambio de postura
Según el mismo diario, la decisión de la Corte de Apelaciones estuvo basada en un correo electrónico escrito el 1 de febrero de 2009 por el cardenal Errázuriz al entonces nuncio apostólico Giuseppe Pinto.
"La presentación de las denuncias ante el promotor normalmente calma la agresividad de los acusantes. Por respeto a Karadima no le pedí al promotor que lo interrogara y solo le pedí a monseñor Andrés Arteaga (obispo auxiliar de Santiago) su parecer", señalaba el mensaje, que agregaba: "Él consideró que todo era absolutamente inverosímil. Como se trata de hechos prescritos, cerré la investigación. Así quise protegerlos, consciente de que mi manera de proceder, si los acusadores llevasen algún día el caso a la prensa, se volcaría en contra de mí".
Por su parte, Karadima fue expulsado del sacerdocio por el papa Francisco el pasado 28 de septiembre, ocho años después de que Hamilton, Murillo y Cruz denunciaran los abusos a los que habían sido sometidos.