Trudeau afirma que será difícil suspender la venta de armas a Arabia Saudita pese al caso Khashoggi

El primer ministro canadiense se refirió al acuerdo que en 2014 firmó con Riad el anterior gobierno canadiense.

El asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Turquía sigue poniendo en entredicho las relaciones comerciales de la comunidad internacional con Arabia Saudita.

La situación ha salpicado ahora a Canadá. El país norteamericano mantiene, desde hace cuatro años, un contrato con los Al Saud para la venta de vehículos blindados ligeros por un valor de 13.000 millones de dólares. Se trata de un tratado comercial que fue firmado por la administración anterior al gobierno de Justin Trudeau.

Ante las críticas de la oposición por mantener dichas relaciones tras el vil asesinato y el conflicto en Yemen, el primer ministro canadiense salió a la palestra para dar explicaciones y enfrentar la complicada situación. El contrato firmado por el anterior Gobierno "hace muy difícil suspenderlo o abandonarlo", declaró este martes en el marco de una entrevista a la emisora de radio CBC.

Con estas palabras, Trudeau hacía alusión a la letra pequeña de ese contrato firmado en 2014 y en el que, según sostiene, las condiciones pactadas hacen muy complicado ahondar en los detalles para poder discutirlo: "Es increíblemente frustante", añadió el primer ministro.

Además, Trudeau abordó el enorme impacto económico que supondría para el país abandonar la venta de armas a Riad: "No quiero dejar a los canadienses con una factura de 1.000 millones de dólares porque estamos intentando avanzar para hacer lo correcto", afirmó.

Pese a ello, mostró su rechazo ante lo ocurrido con el periodista Jamal Khashoggi, señalando que todos los países del mundo deberían saber qué cosas no deben hacer, y la de asesinar a un profesional de la información, crítico con un gobierno, está a la cabeza.