Desde este jueves y hasta el próximo 28 de octubre, los mexicanos serán consultados para determinar el destino de la obra más polémica del último gobierno: la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, con sede en Texcoco.
En este sentido, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, impulsó una consulta pública que, dijo, será vinculante a pesar de no contar con los requisitos establecidos en la ley para ello.
Un asunto que ha desatado controversia y cuyo resultado marcará el inicio del gobierno de López Obrador, quien asumirá el cargo de presidente de México el 1 de diciembre de 2018.
El origen problema
La intención de construir un nuevo aeropuerto comenzaron en el año 2000, fecha en que el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) comenzó a registrar sobresaturación.
La capacidad del actual aeropuerto es de 32 millones de pasajeros al año, pero actualmente la terminal aérea recibe cerca de 44 millones de pasajeros.
Para resolver el problema, históricamente se habían planteado dos opciones para construir un nuevo aeropuerto: Texcoco y Tizayuca.
El gobierno del presidente Vicente Fox (2000-2006) impulsó la opción de Texcoco, pero las fuertes protestas impulsadas por los campesinos de San Salvador Atenco echaron abajo esta opción.
En 2014, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto anunció el inicio de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, el cual ha estado envuelto en una serie de problemas como el hundimiento del suelo, que ha elevado significativamente los costos de la obra, sin contar con los múltiples casos de corrupción asociados a la misma.
Debido a la orientación de las pistas, la construcción del NAIM en Texcoco implica cerrar el actual aeropuerto.
Durante la campaña electoral de 2018, el hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, desató una fuerte polémica al proponer echar abajo la construcción del NAIM de Texcoco y construir un nuevo aeropuerto en la base militar de Santa Lucía. Una propuesta que le trajo como consecuencia un choque con las élites empresariales de México.
Tras el triunfo de López Obrador en la elección presidencial, y ante las posturas encontradas en torno al tema del aeropuerto, el presidente electo dio a conocer la realización de una "consulta ciudadana" para que los ciudadanos decidieran entre dos opciones: mantener la construcción del NAIM en Texcoco o la construcción de un nuevo aeropuerto más barato en Santa Lucía y dejar funcionando el AICM.
Sin embargo, los términos en que ha sido planteada dicha consulta, desataron todo una discusión en México.
Los detalles de la consulta
La consulta se realizará del 25 al 28 de octubre. Durante estos días, se prevé instalar 1.073 mesas de votación en 538 municipios en los que se asienta el 78% de la población total del país.
Las mesas de votación abrirán a las 8:00 de la mañana y cerrarán a las 18:00 horas, tiempo local.
El único requisito para participar en la consulta es presentar la credencial de elector.
La votación será organizada por la Fundación Arturo Rosenblueth, que promueve el desarrollo tecnológico para el avance del país.
La boleta incluirá una pregunta con dos opciones a elegir: "Dada la saturación del aeropuerto de la Ciudad de México ¿cuál opción plantea que sea mejor para el país?".
Las dos opciones a escoger son:
1) Continuar con la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco y dejar de usar el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
2) Reacondicionar el actual aeropuerto de la Ciudad de México y el de Toluca y construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucía.
Cada una de las opciones presenta argumentos a favor y en contra.
Sin embargo, la consulta no cumple con los requisitos establecidos en las leyes mexicanas para ser vinculante, situación que ha sido criticada por los detractores del presidente electo, quienes argumentan que dicho ejercicio carece de legitimidad y se presta a la manipulación.
Como la consulta no es vinculate en términos legales, el financiamiento de la misma también ha sido puesto en duda, ya que serán los diputados y senadores de Morena, el partido de López Obrador, quienes pagarán los costos de la misma.
El factor técnico: argumentos imprecisos
Algunos de los planteamientos a favor de la opción de construir el nuevo aeropuerto en la base de Santa Lucía, alternativa impulsada por López Obrador, resultan imprecisos y engañosos.
Esto, debido a que entre los argumentos a favor de Santa Lucía se incluyó la manera en que "la Organización de Aviación Civil Internacional ratificó su viabilidad". Un dato que en los hechos resulta falso y que ha sido interpretado omitiendo partes sustanciales de los informes técnicos.
En el último posicionamiento de la OACI, una institución que ofrece asesoría técnica y depende de la Organización de Naciones Unidas, el organismo sostiene que es necesario realizar un estudio más detallado para conocer la viabilidad de operar simultáneamente el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el aeropuerto en Santa Lucía.
Sin embargo, la OACI sostiene los argumentos expuestos en un estudio realizado en 2013, en el cual señala que "a largo plazo, y aún en combinación con AICM, se consideraría insuficiente, lo que invalidaría esta opción".
"Se ha analizado someramente la posibilidad de un aeropuerto complementario en el emplazamiento de la Base Aérea de Santa Lucía (SLU), y se ha llegado a la misma conclusión", señala la OACI en la página 7 del estudio: Necesidad e Idoneidad de la Solución Propuesta para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
De este modo, la opción de Santa Lucía, impulsada por López Obrador y sus simpatizantes, no tiene un sólo documento técnico en materia de aeronáutica o tráfico aéreo que valide dicha posibilidad.
En agosto pasado, la organización Mitre, una de las mayores autoridades técnicas en seguridad aérea, advirtió que la operación simultánea del AICM y Santa Lucía produciría problemas de interferencia, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros.
Mitre también considera que la opción de Texcoco resulta más rentable en el largo plazo, lo cual también pone en cuestionamiento el argumento de que el aeropuerto en Santa Lucía resultaría más barato, tal como viene expuesto en la consulta.
"Texcoco ofrece una capacidad de tráfico aéreo significativamente mayor con un aeropuerto único, frente a las capacidades potenciales combinadas de un AICM combinado con un Santa Lucía ampliado", sostiene Mitre.
De este modo, los expertos coinciden en que Texcoco es más rentable a largo plazo, ya que el proyecto de Santa Lucía traería como resultado una saturación en cinco u ocho años, de acuerdo con el Colegio de Pilotos, Controladores e Ingenieros en Aeronáutica.
Según algunas estimaciones no confirmadas, las operaciones conjuntas del AICM y Santa Lucía tendrían una capacidad máxima de transportar entre 80 y 100 millones de pasajeros anuales, de acuerdo con un análisis del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico A.C. y la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión.
En su primera fase, el aeropuerto de Texcoco tendría una capacidad de 70 millones de pasajeros al año, y un potencial máximo de 135 millones de pasajeros al año, según el plan maestro del NAICM.
Manuel Hernández Borbolla