Nuevos problemas legales podrían surgir para Elon Musk menos de un mes después de que el empresario aceptara dimitir como presidente de Tesla y pagar 20 millones de dólares a la Comisión de Valores de EE.UU. tras publicar unos tuits engañosos sobre la privacidad de la compañía.
El nuevo revés para Musk se debe a que el FBI ha intensificado su investigación sobre la declaración de producción del gigante automotriz, ya que la Oficina Federal de Información supuestamente cree que la compañía podría haber establecido deliberadamente objetivos de producción poco realistas para atraer a los inversores, informa The Wall Street Journal.
En febrero de 2017 Musk declaró que esperaba que Tesla alcanzara una tasa de producción de 5.000 unidades semanales del sedán Modelo 3 para diciembre de 2017 y 10.000 para finales de 2018. Sin embargo, en realidad, Tesla logró solo producir un volumen semanal de 2.425 vehículos durante el último trimestre de 2017.
Después de fallar con sus primeros objetivos de producción, Tesla redujo las expectativas, pero no lo suficiente como para poder cumplirlas. En noviembre de 2017, Musk dijo que esperaba producir 5.000 unidades a la semana "probablemente en algún momento de marzo", un objetivo que finalmente se consiguió, solo que con tres meses de retraso.
De acuerdo con el diario, Tesla no alcanzó su meta de 5.000 unidades por semana hasta el verano de 2018, cuando produjo 5.031 unidades en la última semana de junio.
Según The Wall Street Journal, varios exempleados de Tesla ya han recibido solicitudes para declarar sobre el caso. Sin embargo, en respuesta al diario, desde la empresa han afirmado que no estaban al tanto de ninguna investigación formal, aunque admitieron que a principios de este año proporcionaron documentación sobre su "guía pública para el aumento de producción del Modelo 3" al Departamento de Justicia de EE.UU. Según la compañía, la solicitud fue voluntaria y el fabricante de automóviles cooperó con los investigadores. Tesla también ha desestimado las acusaciones de que habría tratado de engañar a los inversores anunciando objetivos de producción exagerados.