Jair Bolsonaro gana la segunda vuelta y es el nuevo presidente de Brasil
Las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Brasil confirmaron este domingo la victoria del candidato ultraderechista del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro.
Con el escrutinio de casi 99% de los votos, el candidato del PSL obtuvo el apoyo de 55,1% del electorado, mientras que el aspirante de izquierda, Fernando Haddad, logró el respaldo de 44,9% de los votantes.
En un ambiente electoral altamente polarizado, Bolsonaro llegó a la segunda vuelta como claro favorito, tras haber obtenido 48% de las boletas en la primera ronda y con una intención de voto que, según el más reciente sondeo de Datafolha, se ubicaba en 57%.
"Defensor de la libertad"
Tras conocer los resultados de la votación, Jair Bolsonaro se dirigió a sus simpatizantes en Río de Janeiro. En su discurso, el político aseguró que como "defensor de la libertad" se encargará de formar "un Gobierno que defenderá y protegerá los derechos de los ciudadanos que cumplen con sus deberes y respetan las leyes".
"Este un país de todos, brasileños de nacimiento o de corazón. Un Brasil de diferentes opiniones, colores y orientaciones", indicó Bolsonaro.
Además, el presidente electo de Brasil prometió transformar el país "en una nación grande, libre y próspera", señalando que su Gobierno "constitucional y democrático" trabajará día y noche para lograrlo.
Bolsonaro es un ex capitán del ejército, devenido en político, que siempre se mantuvo detrás de Lula en intención de voto hasta que el TSE le negó al PT la posibilidad de postularlo a la presidencia. La salida del ex mandatario empujó al ultraderechista al primer lugar de las encuestas.
El político de 63 años representa a Río de Janeiro como diputado federal desde 1991. Su ascenso como candidato ocurrió en un ambiente contaminado por las denuncias de corrupción que involucran a figuras de partidos tradicionales de su país, especialmente tras el escándalo de Lava Jato, por lo que su discurso de "mano dura" convoca a buena parte del electorado.
Con el candidato del PSL al frente, Brasil tiene por delante "una perspectiva más nacionalista, que viene por su rasgo militar, y por otro lado tiene una perspectiva muy liberal en la parte económica", sostiene el profesor de la Universidad Federal Fluminense de Río de Janeiro, Marcial Suarez. El experto en Estudios Estratégicos espera que entre estas tendencias haya un "equilibrio que va a establecer de alguna forma".
Plan político y económico
Bolsonaro es el tercer militar electo por voto directo como presidente de Brasil y el número 16 que ha ejercido la primera magistratura de ese país, precisa Folha.
Considerado por la opinión pública un "nostálgico" de la dictadura, el candidato de ultraderecha llega al poder en medio de la controversia por sus declaraciones misóginas, racistas y homofóbicas, que impulsaron un movimiento de activismo social en rechazo a su propuesta de campaña, bajo la consiga Ele Não (Él no).
Uno de sus primeros fichajes para el gabinete, aún antes de su elección, fue Paulo Guedes, tildado como un ferviente partidario de las privatizaciones y las medidas de ajuste fiscal. Por esa razón, a grandes rasgos, el plan económico de Bolsonaro es de corte neoliberal, lo que le ha dado el visto bueno de los mercados.
Estas son sus principales propuestas:
- Reducir la deuda pública en 20% a través de un proceso de privatización de las empresas públicas, venta de acciones y asignación de concesiones a operadores privados.
- Crear un sistema privado para la jubilación por capitalización, que existiría en paralelo a la cotización pública.
- Rebajar la edad de imputabilidad de 18 a 16 años y eliminar del beneficio procesal de recorte de condena.
- Crear de un Ministerio de Economía que unifique las carteras de Hacienda, Planificación e Industria para dirigir el plan de privatizaciones.
- Fomentar el uso de armas entre civiles, así como el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad y de defensa.
- Aplicar una política de "guerra" contra el narcotráfico, que prevé protección jurídica especial para los policías que torturen, hieran o maten a presuntos delincuentes.