En su primera declaración pública como presidente electo Jair Bolsonaro aseguró que "juntos cambiaremos el destino de Brasil" y prometió un gobierno "constitucional y democrático".
Bolsonaro realizó estas declaraciones en una conexión via Facebook donde se comprometió a respetar "la Constitución, la democracia y la libertad".
"Es una promesa no de un partido, no es la palabra de un hombre, es un juramento ante Dios", sentenció.
Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar, comentó también que "siguiendo las enseñanzas de Dios y al lado de la Constitución (...) quiero empezar un gobierno que coloque a Brasil en un lugar destacado".
"Todos los compromisos serán cumplidos", dijo Bolsonaro, mientras afirmó que no se puede "continuar coqueteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda".
Después salió a las puertas de su casa, en una zona acomodada de Río de Janeiro, y frente a sus seguidores volvió a repetir que ofrecerá "a todos los brasileños un gobierno decente" formado por personas que tienen el propósito de transformar Brasil en "una grande, próspera, libre y gran nación".
"Como defensor de la libertad, voy a guiar a un gobierno que defienda y proteja los derechos de los ciudadanos", apuntó.