Revelan cómo nos podrían robar nuestros recuerdos (y ocurrirá solo dentro de 20 años)

Los expertos advierten del riesgo que supondrían estos avanzados implantes cerebrales al estilo de la serie 'Black Mirror'.

Especialistas de seguridad de la firma rusa Kaspersky Lab e investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) sugieren que en un futuro cercano los humanos podrán utilizar implantes cerebrales capaces de controlar nuestras memorias. Con lo cual, afirman, nuestras memorias podrían ser robadas a través de esos dispositivos tan pronto como en 2038.

Según el equipo indica en un informe, "se espera que dentro de 5 años los científicos puedan registrar electrónicamente las señales cerebrales que construyen los recuerdos, y después potenciarlos o incluso reescribir antes de volver a colocarlos en el cerebro". 

Los especialistas predicen que en el plazo de una década en el mercado ya podrán aparecer los primeros implantes electrónicos cerebrales para mejorar la memoria al estilo de la serie 'Black Mirror'. Una encuesta de la firma de investigación británica YouGov arrojó el dato de que el 29 % de los espectadores británicos de la serie utilizarían un implante que les permitiera grabar todo lo que escucharan y vieran, almacenar esos recuerdos y volver a verlos cuando quisieran.  

Pero los citados implantes serán vulnerables a los ataques cibernéticos. Los expertos estiman que en 20 años "la tecnología podría ser lo suficientemente avanzada como para permitir un control extenso sobre los recuerdos".  

Los 'hackers', advierte el reporte, podrían ser capaces de robar las memorias a través de esos implantes y manipular a la gente. Por ejemplo, se precisa que los malhechores informáticos podrían llevar a cabo una manipulación masiva de grupos a través de memorias de acontecimientos o conflictos políticos. Así como robar, eliminar o bloquear recuerdos de personas, por ejemplo, a cambio de rescates.  

Con lo cual, resume el equipo, la implantación de una tecnología de estas características sería positiva respecto a beneficios sanitarios, pero al mismo tiempo "vulnerable a la comercialización, explotación y abuso".