El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, han firmado este viernes en Moscú una declaración conjunta "sobre enfoques generales en asuntos internacionales". Durante su reunión, los mandatarios abordaron el estado actual y las perspectivas de desarrollo de la cooperación estratégica entre Rusia y Cuba en distintas esferas, así como diversas cuestiones regionales y del panorama mundial, informa el servicio de prensa del Kremlin.
Rusia ayudará a Cuba a renovar sus transportes
En una rueda de prensa sobre los resultados de las negociaciones bilaterales, Putin ha anunciado que Rusia ofrecerá a Cuba ayuda para la renovación de su infraestructura de transportes, mencionando expresamente la red ferroviaria del país caribeño.
"Hoy hemos hablado sobre la renovación de la red ferroviaria cubana, que en el futuro triplicará el flujo de pasajeros y duplicará el flujo de cargas", ha declarado el mandatario ruso.
Rusia también se prepara para instalar en la isla de Cuba el sistema ruso de navegación por satélite GLONASS y finalizar los trabajos de restauración de la cúpula del Capitolio de La Habana para el 500.º aniversario de la capital cubana en 2019.
Cooperación en la lucha antiterrorista
Otro ámbito en el que ambos líderes se han puesto de acuerdo ha sido en la necesidad de intensificar su cooperación en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, incluido en el espacio cibernético. Moscú y La Habana también colaborarán para erradicar la producción ilegal de drogas y hacer frente al narcotráfico, la corrupción y otras amenazas.
Putin y Díaz-Canel han subrayado que es inadmisible aplicar una política de doble estándar cuando se trata de la lucha antiterrorista y han instado a toda la comunidad internacional a aunar esfuerzos en esta esfera y tomar medidas conjuntas para contrarrestar la financiación del terrorismo, la propaganda de la ideología terrorista y frenar los movimientos de combatientes terroristas extranjeros entre distintos países.
El organismo que tiene que coordinar dichas medidas debería ser Naciones Unidas, que se rige por los principios del derecho internacional y el respeto a la soberanía, independencia e igualdad de todos los países, así como a la política de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, han sostenido los mandatarios.
Preocupación por la posible militarización del espacio
Además de las amenazas que se afrontan en la Tierra, los presidentes de Rusia y Cuba han expresado preocupación sobre una posible militarización del espacio a raíz del reciente anuncio de Washington, que tiene intención de desplegar armas ofensivas más allá de nuestro planeta alegando razones de seguridad nacional.
En este sentido, Putin y Díaz-Canel han reafirmado su postura en no ser los primeros en desplegar armas en la órbita y han enfatizado la necesidad de aumentar la transparencia y la seguridad de las actividades en el espacio, que tiene que estar libre de cualquier tipo de armamento.
Las sanciones unilaterales "contradicen el derecho internacional"
En el documento también denuncian la práctica de imponer sanciones con el fin de lograr objetivos políticos: "Moscú y La Habana condenan de manera unánime el incrementado uso de medidas forzosas unilaterales en las relaciones internacionales que contradicen el derecho internacional, expresando su particular rechazo al uso de estas medidas para el cambio de gobiernos legítimos, incluso a través del estrangulamiento económico o desestabilización de la situación interna de los países".
Asimismo, los mandatarios han concluido que las sanciones unilaterales afectan de manera negativa a la economía y empeoran los problemas sociales y humanitarios, socavando las bases fundamentales del "sistema comercial multilateral y de la arquitectura financiera global".
La retirada de EE.UU. del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto
Otro asunto que genera preocupación entre los presidentes de Rusia y Cuba es la intención de EE.UU. de abandonar de manera unilateral el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés). A su modo de ver, este paso conllevará consecuencias negativas para la seguridad mundial y el sistema de control de armamento.