La historia de Muhammad Thaqif, un niño malasio de 12 años, se ha difundido a nivel nacional e internacional. El chico dedicó casi un año al desarrollo de un videojuego de ordenador en un cibercafé e intentó venderlo en línea por un ringgit malayo (0,25 dólares) para ayudar a su madre. Sin embargo, el dueño del local lo eliminó pensando que era un virus, reporta The South China Morning Post.
Según detalla el diario, la familia de Muhammad se mudó de la ciudad de Bangi a la aldea de Jengka debido a sus problemas de salud: el niño sufre de asma. Por ese motivo, también tuvo que dejar de asistir a la escuela durante un tiempo.
Como su familia no puede permitirse un ordenador, en esa aldea se pasó varios meses metido en un cibercafé trabajando en un juego de zombis.
"He pasado casi un año trabajando en este juego, y el producto fue eliminado. Estaba completado en 75 %", escribió Muhammad en la comunidad PC Gaming Malaysia.
Su historia rápidamente se volvió viral en el país, tras lo cual el propietario del local logró recuperar los datos del juego. Asimismo, un imán inspirado en su historia le ha regalado un ordenador, y el niño ya prometió a sus seguidores tratar de completar el juego pronto con su flamante equipo.
Cabe destacar que ya recibió ofertas por su trabajo mucho mayores al precio inicial, de hasta 100 ringgit.
Su historia llegó incluso hasta Syed Saddiq, el ministro de la Juventud y de Deportes del país, que se reunió con Muhammad esta semana. El político, quien apoya los deportes electrónicos, publicó la foto del encuentro en su cuenta de Twitter.
"Estoy junto al desarrollador de juegos más joven, Thaqif", escribió el ministro bajo la imagen. "Una vez trató de vender por un ringgit el juego que desarrolló en un cibercafé. Se espera que esa industria tenga un valor de alrededor de 4.500 millones de dólares para 2021", agregó.