El gobierno de Pedro Sánchez intentará cambiar la ley para que los restos de Francisco Franco no puedan ser enterrados en la catedral madrileña de la Almudena ni en ningún otro lugar público en el que pueda ser enaltecido. Lo hará a través de la introducción de enmiendas a la Ley de Memoria Histórica.
Fuentes del grupo socialista en el Congreso han confirmado al diario El Mundo que las modificaciones legislativas presentadas incluirán un régimen sancionador que conllevaría el cierre temporal o definitivo del lugar que incumpliese la norma.
Como la cripta de la catedral de la Almudena está abierta al público, no podría acoger los restos del dictador, a pesar de que su familia posee un nicho allí, y es el lugar escogido por los Franco para la inhumación. La Iglesia católica se vería impelida a cerrar al público estas dependencias o bien a negociar con la familia Franco otro lugar más adecuado para el nuevo enterramiento.
Desde el Gobierno opinan que esta enmienda podría salir adelante con el apoyo de los mismos grupos parlamentarios que apoyaron la exhumación del dictador. Lo que no es posible saber es cuándo podría ser aprobada, puesto que aunque el plazo para la presentación de enmiendas termina hoy, podría ser prorrogado si lo solicitan varios grupos parlamentarios.