La capa de ozono se recuperará completamente para 2060, según pronostica un informe elaborado por el panel de asesoramiento científico para el Protocolo de Montreal, subordinado al Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP por sus siglas en inglés).
Ese documento, que se presentó el pasado 5 de noviembre en Quito (Ecuador) a los participantes de la 30.ª reunión de las partes involucradas en ese acuerdo al que se llegó en Canadá en 1987, destaca que en el hemisferio norte y las latitudes medias este proceso se podría completar antes de 2040.
Según estos datos, los huecos en la atmósfera superior se recuperan desde 2000 a una tasa entre el 1 % y el 3 % por década, una tendencia que revierte los cambios que experimentaba en las últimas dos décadas del siglo XX.
Previsiones para el agujero antártico
En los años 80 se detectó el agujero más grande sobre la Antártida y diversos especialistas en la materia relacionaron ese hecho con el uso de determinados agentes químicos. Esa brecha permitía el acceso de grandes cantidades de luz ultravioleta hasta la superficie de la Tierra y algunos ensayos médicos relacionaron ese problema con el aumento de cáncer de piel y cataratas oculares en la población.
La restricción en la producción y el uso de clorofluorocarbonos (CFC) y otras sustancias dañinas para la capa de ozono que se estableció en 1987 tuvo el efecto esperado y "el agujero de ozono antártico se recupera", confirma el panel de asesoramiento científico para el Protocolo de Montreal.
De este modo, esos expertos esperan que para 2060 toda la capa de este gas adopte la misma configuración que tenía hace casi 40 años.
La tendencia general y un cambio contracorriente
El estudio, que el panel de científicos expide cada cuatro años, ha constatado una reducción a largo plazo en las emisiones de gases contaminantes y, gracias a ello, "se ha evitado un agotamiento mucho más severo del ozono en las regiones polares".
En cualquier caso, la producción y las emisiones del CFC-11 han aumentado de manera inesperada desde 2012 en el este de Asia y, aunque aún no se ha identificado al país o países responsables de manera oficial, una investigación independiente atribuyó esa infracción a China el pasado junio.
Si ese fenómeno se mantiene al mismo nivel, la presencia de sustancias destructoras de ozono se reducirá a los niveles de 1980 con siete y 20 años de retraso para las latitudes medias y las regiones polares, respectivamente.
La capa de ozono protege a la Tierra de la radiación peligrosa que emite el Sol y puede causar diversas enfermedades en personas, animales y plantas.