Un grupo de astrónomos descubrió por primera vez un agujero negro supermasivo que forma un circuito cerrado de gas molecular frío, el cual es expulsado y regresa luego al mismo agujero, a la manera de una fuente, informa Science Alert.
El agujero en cuestión está ubicado en el centro de la galaxia Abell 2597, a una distancia de 1.000 millones de años luz de la Tierra.
Los científicos aclaran que el gas, por supuesto, no proviene del agujero negro en sí. La gravedad de esos agujeros lo atrae todo hacia sí mismo, formando un 'disco de acreción' que captura la materia. Parte de esa materia se distribuye en los polos del disco y forma poderosos chorros que se mueven a una velocidad cercana a la luz.
Luego, la materia regresa a la nebulosa de filamento en el centro de la galaxia, que a su vez alimenta el disco de acreción. Después que los chorros calientes se enfrían, se produce la condensación del gas y se forman nubes de moléculas de monóxido de carbono, que finalmente retornan al agujero negro y el ciclo comienza desde el principio.
"Este es posiblemente el primer sistema en el que encontramos evidencia clara tanto de la entrada del gas molecular frío al agujero negro como de la salida o el levantamiento de los chorros [de plasma] que lanza el agujero negro", afirma Grant Trembley, del Centro para Astrofísica Harvard-Smithsoniano (EE.UU.).