Un grupo de 160 haitianos fueron enviados desde Chile a su país de origen en un vuelo fletado por el Gobierno dentro de su 'Plan Humanitario de Retorno', considerado por varias asociaciones de inmigrantes como "deportaciones forzadas".
A través de un comunicado, el Ministerio del Interior explica que todos "cumplieron con los requisitos de presentar una declaración jurada expresando su voluntad de viajar, de no volver en al menos nueve años, no contar con procesos judiciales pendientes y no dejar familia nuclear en Chile".
El texto asegura que esta iniciativa se impulsó tras una reunión con líderes de la comunidad haitiana en Chile, que solicitaron al Gobierno ayuda para aquellos que deseaban regresar a su país de origen y no podían hacerlo por falta de recursos económicos.
"A la fecha han postulado y se han revisado los antecedentes de casi 1.000 personas. Las autoridades estiman que de aprobarse todas las postulaciones podrían realizarse entre seis y siete vuelos de estas mismas características", reza el comunicado.
"Deportaciones forzadas"
La Plataforma Nacional de Organizaciones Haitianas en Chile denunció que "es evidente el racismo sistemático que hay detrás de este plan", y añadió que "no es otra cosa que una deportación encubierta, forzada y no voluntaria".
Además, acusaron al Ejecutivo de Sebastián Piñera de no llevar a cabo "políticas públicas de inclusión para inmigrantes" en el país.
Chile se posicionó como el país que más aumentó su inmigración entre 2010 y 2015, periodo en el que creció un 4,9 % por año y superó a otros grandes receptores de inmigrantes como México y Brasil, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pese a la distancia y el idioma, la haitiana es una de las comunidades extranjeras más numerosas en Chile.