Rusia y China tienen la intención de firmar antes de que acabe el año 2018 un acuerdo para usar sus monedas nacionales en el comercio bilateral. Según afirmó este miércoles el presidente del banco ruso Vnesheconombank (VEB, por sus siglas en ruso) Ígor Shuválov, citado por TASS, el proyecto del documento al respecto ya ha sido presentado a los líderes de ambos países.
"Rusia tiene su propio canal, China tiene su canal. Simplemente tenemos que ponernos de acuerdo en cómo vamos a colaborar usando estos canales y otras formas para realizar los pagos", explicó el economista. De acuerdo con sus declaraciones, el principio del funcionamiento del nuevo modo de pagos se describe detalladamente en el documento y "estaría muy bien" si se firmara "a la mayor brevedad posible", concretamente antes de finales de este año.
Shuválov señaló que las autoridades chinas también han mostrado gran interés en la iniciativa. "El lado chino está, quizá, más interesado" en el acuerdo con Rusia, reiteró el máximo responsable del VEB. El banquero añadió que "en las próximas semanas se realizarán las consultas" respecto al futuro convenio.
En ese contexto, el vice primer ministro ruso y ministro de Finanzas, Antón Siluánov, hizo hincapié en que el plan de desdolarización "facilitará para nuestro negocio [entre Rusia y China] la oportunidad de realizar pagos y transacciones financieras".
Por su parte, el vice primer ministro ruso, Serguéi Prijodko, subrayó que la eliminación de la moneda estadounidense del comercio entre Rusia y China es "una tarea actual". "Debido a las sanciones estadounidenses se necesitan nuevos mecanismos de la realización de pagos" entre ambas naciones, reiteró. El uso de monedas nacionales "permitirá reducir significativamente los riesgos de las sanciones y la dependencia del comercio bilateral del dólar estadounidense", así como ayudará "evitar las fluctuaciones cambiarias y las tasas de transferencia de dinero", abundó el político. "Las medidas incrementarán el estatus de las monedas nacionales", concluyó Prijodko.
El pasado 9 de octubre, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, confirmó en el marco del Foro Económico Oriental, que se celebró en la ciudad rusa de Vladivostok (Lejano Oriente) que "el uso más activo de las monedas nacionales en el comercio bilateral" "aumentará la estabilidad" de las operaciones bancarias en las exportaciones e importaciones "frente a los riesgos a los que se enfrentan los mercados mundiales".