Una madre de familia del condado de Okmulgee, en el estado de Oklahoma (EE.UU.), supuestamente acabó con la vida de dos de sus hijos mientras dormían, pero la tercera logró arrebatarle el arma y frustró el final de su plan macabro.
La tragedia se produjo en la madrugada del jueves 1 de noviembre, cerca de las seis y media en hora local. Comenzó cuando Amy Leann Hall, de 39 años, se introdujo en el cuarto de su hijo mayor, Kayson Toliver, una joven promesa del fútbol americano de tan solo 18 años. Acto seguido, según trascendió, la mujer le disparó en la cabeza.
Aparentemente, tras matar a su primera víctima, la criminal se dirigió al cuarto de sus dos niñas. Primero le habría disparado a Kloee Toliver, una joven de 16 años, cuya bala impactó entre su nuca y su cuello. En ese instante, su otra hija de 14 años logró quitarle el arma y después se encerró en el baño para protegerse y mantenerse con vida. A su vez, logró convencer a la mamá para que abandonara la casa.
Así las cosas, la joven atacada falleció el martes 6 de noviembre por muerte cerebral, según informa Tulsa World. Por otro lado, aquel medio local destaca que Hall habría confesado ser la autora del crimen. En sintonía, los investigadores del condado aseguraron en su declaración jurada que la implicada planeaba asesinar a sus tres niños, pero la menor "interrumpió el plan".
"Me dijo 'lo siento' y fue entonces cuando lo hizo"
Además, durante la escena del crimen hubo un testigo clave: Eddieson Baldridge, un chico que se encontraba en la casa de su mejor amigo, el joven asesinado. En efecto, fue él quien llamó al 911 al presenciar el ataque de Leann Hall, publicó Oklahoma's News 4. "Era una noche normal. Ella preparó la cena, nos dio las buenas noches y nos fuimos a la cama", relató el joven testigo, citado por el medio local KJRH.
Y continuó: "Me desperté con una luz encendida y mamá en su lado de la cama. Ella me dijo 'lo siento' y fue entonces cuando lo hizo". Al instante, Baldrigde escapó, pero al notar que la presunta asesina también había salido del hogar, volvió a la casa y se refugió en la habitación de su amigo. "Me encanta cada momento que pasamos juntos", expresó el testigo para recordar a su compañero.
Por su parte, el padre de las víctimas llegó al lugar cuando recibió la triste noticia: "No sé si hay alguna palabra que pueda expresarlo. Es una situación horrible en todos los sentidos", manifestó.
Mientras tanto, al mismo tiempo en que la Justicia estadounidense determina la posible culpabilidad de la principal sospechosa, la escuela donde acudían los jóvenes fallecidos, llamada Beggs Public Schools, se mantuvo cerrada el jueves 8 de noviembre en honor a las víctimas, informa KOTV.