El periodista hondureño Bartolo Fuentes, quien fue acusado por el Gobierno de Honduras de haber sido el "organizador" de la caravana de migrantes centroamericanos, sostiene que muchos medios han reproducido las versiones oficiales con el "afán de predisponer a la población de los EE.UU. y México en contra de los migrantes".
Fuentes es un reconocido defensor de los derechos humanos en Honduras y un periodista que ha seguido de cerca el tema migratorio dentro y fuera de su país. Actualmente, es editor de la revista Vida Laboral y del sitio web Honduras Laboral, medio enfocado en analizar la precaria situación de empleo que prevalece en Honduras.
De 2013 a 2018, fue electo como diputado por el Partido Libertad y Refundación (Libre), la misma formación política del expresidente de Honduras depuesto tras un golpe de Estado en 2009, Manuel Zelaya. En su juventud, Fuentes fue líder estudiantil. También se le conoce por ser un referente dentro de la izquierda hondureña.
En fechas recientes, el Gobierno de Honduras, encabezado por el presidente Juan Orlando Hernández, acusó a Bartolo Fuentes de ser el "organizador" de la caravana migrante, acusaciones que el periodista y activista ha negado en más de una ocasión.
Por el contrario, Fuentes sostiene que en Honduras existe una "dictadura militar" que, "con el aval de EE.UU.", ha provocado la salida forzada de miles de hondureños que hoy conforman el contingente más numeroso de los casi 13.000 migrantes centroamericanos que se han internado en México dentro de distintas caravanas.
De todos estos temas platicó el periodista y exdiputado con RT, durante su visita al campamento de la caravana migrante en el oriente de la Ciudad de México, el pasado 9 de noviembre.
RT: ¿Cómo ha visto la cobertura mediática en torno al tema de la caravana? Pareciera que para muchos medios occidentales, los migrantes hondureños hubieran surgido por generación espontánea y casi no se habla de las causas políticas que ocasionaron la migración, tal como refieren muchas personas que están en la caravana.
B.F.: Mire, una cosa son las imágenes, el video, la fotografía, y otra cosa son los enfoques, lo que se dice. Hay algunos medios que realmente han contribuido a que la gente se haga una idea bastante cercana a la realidad de lo que es la caravana y hay otros que perversamente andan buscando de qué manera desprestigiar a la caravana, y algunos medios que han tergiversado la información. Lo que han hecho es repetir las versiones que dice Donald Trump, el Gobierno de Honduras o el Gobierno de Guatemala.
No quieren aceptar las razones fundamentales por las que se viene la gente. Ese es el punto. Y en ese afán se inventan que hay financiamientos de países, financiamientos de organizaciones, de partidos. Todo eso es falso. Al venir aquí y hablar con la gente uno se da cuenta que la gente viene huyendo, literalmente. Yo creo que los medios de alguna manera han contribuido por una parte a desmentir esas versiones pero hay otros que siguen insistiendo en las mismas. Hay un debate mediático: ¿qué son estos? ¿Criminales o gente que huye?
Hay medios que ponen a 30 muchachos peléandose en el puente. Y por eso ya los 7.000 migrantes son así. "¡Entraron a la fuerza!" Sí, pero son 30 muchachos. Los demás no entraron por la fuerza, entraron por el río. Y el río no lo rompieron. Pero esa insistencia es con el afán de predisponer a la población de los EE.UU. y México en contra de los migrantes.
RT: En Honduras se está viviendo una guerra civil que no se cataloga como tal en los medios. Una dictadura que no es una dictadura. A diferencia de lo que pasa con otros casos como Venezuela, que tienen una amplia cobertura mediática.
B.F.: En los últimos 10 años ha muerto en Honduras tanta gente como en los 10 años de guerra en El Salvador. Los mismos: 70.000 personas. Vea los datos de los muertos en Honduras. Es una guerra. Lo que pasa es que el que vive en una colonia con grandes portones, cámaras y guardias de seguridad, no siente. Pero los que viven en los barrios, en un ambiente de zozobra permanente, sí saben que es una guerra y que sus hijos pueden ser víctimas de esa guerra. Víctimas pueden ser en el sentido de que les hagan algo a ellos o que puedan meterse a ese ambiente. La gente viene huyendo, buscando una oportunidad que les permita vivir tranquilos, trabajar, ganarse la vida y sacar a sus hijos.
RT: Muchos de los migrantes hondureños refieren un aumento en el precio de los combustibles o la comida entre las causas que los obligaron a salir de su país...
B.F.: De eso hay mucho qué hablar. Es todo. La realidad del país. Hay estudios que dicen que el 70% de la población de Honduras tiene intenciones de salir del país y en niños de cuarto a sexto grado hay la intención de más del 40% para salir del país. No es extraño que la gente se venga. Tienen la intención, pero muchos no se vienen porque no pueden.
RT: Usted ha señalado una persecución política en su contra por parte del Gobierno de Honduras. ¿Cómo podría resumir la situación política que se vive en Honduras desde 2009?
B.F.: Nosotros tuvimos un golpe el 28 de junio de 2009. Desde entonces se rompió la Constitución y no se ha restablecido el orden constitucional. Las instituciones están reventadas en Honduras. Lo que hay es una dictadura militar, con apariencia de civil, impuesta por dos grandes fraudes, uno en 2013 y otro en 2017. Pero el fraude de 2017 fue descarado.
Si en otros países se quejan porque el sistema se cayó una o dos veces, en Honduras fueron 640 veces que se cayó el sistema. Y, sin embargo, el Gobierno de EE.UU. fue el que avaló al gobernante que está reelecto aún cuando la Constitución es clara: no permite la reelección.
¿Cómo se mantiene ahí? Por las balas de los militares. Mataron más de 40 personas en las calles, metieron a la cárcel como a 2.000 personas y los judicializados son cientos, que tienen ahí, en los juzgados, solamente por ser opositores al fraude electoral.
Eso es lo que estamos viviendo ahí, una persecución desmedida, un Gobierno altamente corrupto. Hay muchos casos.
Hay una unidad especial creada con apoyo de la OEA [Organización de Estados Americanos], la Misión de Apoyo para el Combate a la Corrupción, pero ellos mismos [señala en referencia al gobierno hondureño] en el Congreso nacional aprueban leyes para salvarse de eso.
Es un control de la Corte Suprema, de la Fiscalía, del Ejecutivo, del Legislativo y de los militares, que en conjunto sostienen este régimen.
Mientras eso esté ahí, la gente se va a salir porque no mira que haya salida, que haya esperanza.
RT: ¿Cómo ve la postura de otros países que prácticamente no han reaccionado a la situación política que está viviendo Honduras desde hace prácticamente una década?
B.F.: Los países ya sabemos cómo están, pues. Hay países que son obedientes a los EE.UU. Puede estar sucediendo lo que sea y para ellos es un gobierno democrático. Ya sabemos las opiniones de ellos, no podemos esperar nada. A Jimmy Morales, presidente de Guatemala, lo quieren meter preso por corrupto. ¿Qué podemos esperar? Que se alíe con el otro corrupto de Honduras (Juan Orlando Hernández). No es extraño.
Manuel Hernández Borbolla
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