El Gobierno de Estados Unidos informó que este martes iniciará trabajos para "fortalecer" el cruce de la frontera en la ciudad de Tijuana (Baja California, México) para prepararse para la llegada de la caravana de migrantes procedentes de países de Centroamérica, según reseña AP.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. anunció que cerrará cuatro carriles en los concurridos puertos de entrada de San Ysidro y Otay Mesa en la ciudad estadounidense de San Diego, California. Asimismo, las decenas de miles de personas que cruzan la frontera diariamente en esa zona aun podrán usar veintitrés carriles que permanecen abiertos en San Ysidro y 12 en Otay Mesa.
Dichos cierres eran necesarios "para instalar y posicionar equipos de infraestructura de fortalecimiento portuario en preparación para la caravana de migrantes y el riesgo potencial de seguridad y protección que podría causar", según especificó el organismo.
"El personal del Departamento de Defensa está colocando concertina barbada y se prepara para la instalación barreras de hormigón, barricadas y cercados" solicitados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en el marco de la Operation Secure Line (Operación Línea Segura, en español), reza el comunicado oficial de dicha oficina.
El primer grupo de la caravana se encuentra en Tijuana
Decenas de integrantes de la caravana centroamericana escalaron la valla fronteriza con EE.UU. cerca de la ciudad mexicana de Tijuana este martes. Muchos de ellos se sentaron en lo alto de la cerca, sin saber si saltar o no al territorio de EE.UU., mientras otros se reunieron frente a la construcción en la playa. Al menos un joven saltó al lado estadounidense de la frontera, pero luego regresó.
El primer grupo de la caravana, ha llegado a la frontera sur de Estados Unidos el domingo de la semana pasada. Esta avanzada, compuesta por alrededor de 80 personas del colectivo LGBT, se encuentra en Tijuana y sus integrantes pretenden ser los primeros en pedir asilo a las autoridades estadounidenses.
Anteriormente, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó el despliegue de más de 5.000 soldados en la frontera para ayudar a defenderse de los migrantes. El mandatario insinuó, sin pruebas, que podría haber criminales o incluso terroristas en la caravana.