Tras el acuerdo sobre el Brexit alcanzado este miércoles entre Londres y Bruselas, se ha desatado una cadena de renuncias en el Gobierno de Reino Unido. El secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Shailesh Vara; el secretario de Estado para el Brexit, Dominic Raab; la ministra británica de Trabajo y Pensiones, Esther McVey y la subsecretaria para el Brexit, Suella Braverman, han presentado su renuncia a lo largo de la mañana de este jueves.
El primero de ellos, Vara, presentó su carta de renuncia en disconformidad por el acuerdo sobre el Brexit recién aprobado, alegando que estarán "encerrados en un Acuerdo Aduanero por tiempo indefinido limitado por reglamentos determinadas por la UE" respecto a los cuales —considera— no tienen voz. Asimismo, señaló que de este manera no tendrán libertad para abandonar dicho acuerdo "de forma unilateral" si así lo desean.
Más tarde, el secretario de Estado británico Raab hizo lo propio y presentó su dimisión, argumentando en su cuenta de Twitter que no puede apoyar el mencionado acuerdo entre Reino Unido y la UE, porque cree que "el régimen reglamentario propuesto para Irlanda del Norte representa una amenaza muy real para la integridad de Reino Unido". Asimismo, asegura que no puede admitir "un acuerdo de respaldo indefinido" porque —asegura— Bruselas mantiene en él un veto sobre la capacidad de Londres de salir de la UE.
El acuerdo "no honra" el resultado del referéndum
En su carta a la jefa del Gobierno, Theresa May, Raab también indica que los términos del respaldo constituyen un "híbrido de las obligaciones de la Unión Aduanera de la UE y del Mercado Único", subrayando que ninguna nación democrática ha aceptado jamás regirse por un régimen de esta naturaleza.
Por su parte, McVey publicó en su cuenta de Twitter su carta de renuncia, en la que subraya que el acuerdo de Brexit "no honra" el resultado del referéndum, en el que la mayoría de los británicos votó a favor de salir de la UE.
Este miércoles, tras cinco horas de debate, el Gabinete del Reino Unido aceptó el plan de May sobre el acuerdo de Brexit con la UE, en medio de una ola de críticas por parte de los euroescépticos conservadores y del Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte.