La adicción al alcohol tiene una relación directa con las condiciones climáticas: cuanto más frío es el clima y menos sol hace, más propensas a beber son las personas, según un estudio elaborado por científicos de México, España y Estados Unidos y publicado en Hepatology.
Esos especialistas han estudiado los datos de 193 países soberanos —así como de 50 estados y 3.144 condados de EE.UU.— con información de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Meteorológica Mundial y han concluido que la temperatura media y el promedio anual de horas solares tienen "una correlación inversa" con el consumo etílico anual per cápita.
Así, estos investigadores aseguran que los problemas relacionados con el alcoholismo, como la cirrosis hepática, son mucho más comunes en los países fríos y opinan que el consumo de sustancias alcohólicas se podría deber al deseo de calentarse o "huir de la depresión" que provocada la escasez de días soleados.
En cualquier caso, el nivel de alcoholismo mundial está disminuyendo en términos generales.