Un cohete portador ruso Soyuz-FG con un módulo de carga Progress MS-10 ha despegado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán).
Se trata del primer lanzamiento de este tipo de cohete tras el accidente ocurrido el pasado 11 de octubre, que obligó a los tripulantes de la nave a efectuar un aterrizaje de emergencia.
El módulo no tripulado llevará cerca de 2,5 toneladas de carga para la tripulación de la Estación Espacial Internacional, incluido combustible, agua y gases comprimidos.
Antes del lanzamiento una comisión estatal rusa supervisó la preparación del cohete para su vuelo rumbo a la base orbital.