Residentes de la ciudad mexicana de Naucalpan detuvieron a palos a un presunto ladrón al que sorprendieron robando, informa Excelsior. Los vecinos arrancaron la ropa sujeto, cuya identidad no ha sido revelada, y le golpearon con una vara de madera, antes de que lo detuvieran oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública. Los lugareños aseguran que no fue el primer acto ilícito del sospechoso
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Las imágenes grabadas por uno de los testigos del incidente fueron difundidas por Internet, provocando todo tipo de reacciones. En el video se aprecia cómo una persona apalea al presunto ladrón, desnudo y lleno de sangre, mientras otras personas parecen apoyarlo. Los usuarios de las redes sociales mantienen posiciones encontradas.
Mientras unos expresan su conmoción ante la crueldad de este acto violento, otros opinan que el ladrón se lo merecía, justificando que la gente se tome la justicia por su mano si la autoridad no pone nada de su parte. Según la información proporcionada por un equipo de investigadores latinoaméricanos y estadounidenses en su informe Índice Global de Impunidad IGI-MEX 2018, México ocupa el primer lugar en el continente americano por su índice de impunidad.
Recientemente tuvo lugar un caso similar de linchamiento en Metepec, otra ciudad mexicana del estado de Higaldo. El pasado 28 de septiembre se reportó que un hombre fue quemado vivo, presuntamente por tomar fotografías a menores en las proximidades de dos escuelas. Otros tres hombres fueron hospitalizados en graves condiciones.
El problema del ajusticiamiento en México ha experimentado una tendencia alarmante en los últimos tiempos. Los casos de 'justicia por mano propia' han aumentado hasta un 300 por ciento en los últimos ocho años, según datos recopilados por el profesor Raúl Rodríguez Guillén, del departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, en el libro 'Los linchamientos en México: 1988-2014'.
"En las últimas tres décadas, México ha vivido un proceso de desgaste institucional que se expresa en la violencia política y social creciente", destaca el autor. Según Guillén, la noción del ojo por ojo refleja "una crisis de la autoridad y, en el contexto nacional, una crisis del Estado".