Un avión comercial de la compañía Delta Air Lines que cubría la ruta entre Salt Lake (Utah, Estados Unidos) y París (Francia) se vio obligado a regresar al aeropuerto de origen poco después de despegar debido a que impactó contra varios pelícanos, informan medios locales.
El incidente tuvo lugar el pasado 17 de noviembre, cuando el vuelo DL248 partió de territorio estadounidense con 223 personas a bordo, pero esas aves frustraron el despegue del aparato al impactar contra el motor derecho y los cristales de la cabina de ese Boeing 767-300.
Tras el suceso, en el que fallecieron varios animales, los pilotos aterrizaron sin problemas y los pasajeros "desembarcaron con normalidad", según comunicó esa aerolínea estadounidense.
Los "extraordinarios" pilotos de Delta lograron regresar a tierra "sin visibilidad en el parabrisas" y se comunicaron "de manera maravillosa" con los pasajeros durante todo el proceso", declaró la viajera Jennifer Newman.
El vuelo no volvió a despegar ese mismo día, manifestó un portavoz del aeropuerto.