Un grupo de científicos de la Universidad de Arizona (EE.UU.) demostró que el derretimiento de los glaciares ralentiza el calentamiento global, pero también conduce a la elevación del nivel del mar y provoca cambios en el régimen de las lluvias tropicales.
"El calentamiento no será tan rápido como hemos pensado, pero la subida del nivel del mar será peor", afirmó Ben Bronselaer, primer autor del estudio publicado este lunes en la revista Nature.
Al modificar un modelo computarizado para predicciones del cambio climático, los expertos comprobaron que las temperaturas aumentarán en dos grados centígrados para el año 2065, mientras que estimaciones anteriores indicaban que ese aumento ocurriría para el año 2053. De acuerdo con las explicaciones de los expertos, el agua de los océanos 'transporta' el calor del ecuador hacia los polos y entonces pasa a la atmosfera. Sin embargo, el agua adicional que aparece debido al deshielo "actúa como una tapa sobre las aguas alrededor de la Antártida y frena la liberación del calor".
"Toda la Tierra seguirá calentándose, pero la atmosfera se calentará más despacio, porque una mayor cantidad de calor será atrapada en el océano", reza el comunicado emitido en el sitio web de la universidad.
El proceso que ralentizará el aumento de las temperaturas provocará, al mismo tiempo, un ascenso del nivel del mar. Según las estimaciones de los investigadores, las aguas marinas se elevarán para el año 2100 unos 25,4 centímetros más que lo previsto anteriormente, cuando se calculaban 76,2 centímetros.
Al mismo tiempo, el deshielo afecta el clima en toda la Tierra y cambia el régimen de las lluvias tropicales. "Nuestros pronósticos indican que el cinturón de las lluvias tropicales se desplazará hacia el hemisferio norte", lo que determinará que allí el clima se torne "ligeramente más húmedo" y en el hemisferio sur se haga "ligeramente más seco", subrayó el también autor principal de la investigación, Joellen Russell.