Dos investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos) aseguran que son "los primeros en descubrir" que las papilas de las lenguas de los felinos "tienen huecos" y "están involucrados en los lametones" que se dan, informa la revista National Geographic.
Al parecer, las lenguas de esos animales poseen cientos de cavidades curvas puntiagudas y cada una puede almacenar hasta 4,1 milímetros cúbicos de saliva.
Tras analizar seis especies —gato doméstico, montés, puma, leopardo de las nieves, tigre y león—, David Hu y Alexis Noel han concluido que cada ejemplar distribuye el 50 % de ese líquido por su pelaje para regular su temperatura corporal.
Para llegar a estas conclusiones, Hu y Noel emplearon imágenes a alta velocidad, tomografías computarizadas y mediciones que registraron la potencia de los lamidos.
Con la intención de explicar el proceso, estos especialistas han impreso cepillos en 3D que funcionan como las lenguas de los felinos y ayudarían a que los humanos acabaran con los alérgenos que se encuentran en el pelaje de los gatos.
Pese a dormir una media de 14 horas al día, los gatos invierten un cuarto del tiempo que están despiertos en lamerse para regular su temperatura corporal.