La monja con más edad del mundo, que ayudó a salvar a niños judíos durante la Segunda Guerra Mundial, ha fallecido a los 110 años, según ha confirmado la Arquidiócesis de Cracovia (Polonia) e informan medios locales.
Nacida como Maria en Kielczew (1908), Cecylia Roszak se graduó en la Escuela Estatal de Comercio e Industrias de Poznan y tomó su hábito a los 21 años.
Junto con otras hermanas de su orden se trasladó a Vilna (Lituania) durante los años que duró la II GM, donde ayudaron a proporcionar refugio a una decena de judíos locales, incluidos dos niños cuyos padres habían sido asesinados por los nazis.
Posteriormente, algunos de esos refugiados se unieron a movimientos de resistencia en Vilna y Varsovia, la capital polaca. Uno de esos militantes fue el poeta, activista y partisano Abba Kovner.
Al terminar ese conflicto, esta religiosa regresó a Cracovia. En 2009, entró en la lista de los Justos entre las Naciones, un título que Israel otorga a quienes arriesgaron sus vidas para ayudar a judíos durante el Holocausto.
Una vez que le preguntaron por el secreto de su longevidad, la hermana Cecylia respondió: "uno debe rezar y aprender idiomas". Ella hablaba polaco, inglés, francés, latín y alemán.