Una antigua base de inteligencia estratégica que la OTAN tenía cerca de la ciudad de Kinross (Escocia, Reino Unido) vuelve a estar en venta y podría ser la compra ideal para las personas que se preparan ante una posible guerra nuclear, informa el portal militar The Drive.
Ese lugar de unas 3,64 hectáreas, construido en 1985 e inaugurado por la princesa Ana de Inglaterra, era una base de espionaje radiotécnico y de escuchas y destaca por su gran esfera de más de 18 metros de altura.
La función de esa estación de escucha, oficialmente conocida como SATCOM II, era interceptar el tráfico de comunicaciones satelitales de la Unión Soviética y captar señales de lanzamiento de sus misiles balísticos. Tras dejar de funcionar en 2006 y venderse en 2007, vuelve a buscar dueño y da la impresión de que se encuentra en buenas condiciones.
Hoy en día, esta propiedad se cotiza en 1,22 millones de dólares pero, como se encuentra en el mercado desde hace algún tiempo, el posible comprador "probablemente podría obtener una gran oferta", indica el comentarista militar Tyler Rogoway.
"En general, parece un sitio de ensueño para un 'prepper'" —las personas que se aprontan para el fin del mundo—, debido a que "se entrega casi llave en mano y su precio es "ridículamente bajo" en función de los millones de dólares que costaría construirlo, asegura el autor del texto.
Esta adquisición incluiría una gran antena parabólica para escuchar conversaciones militares.