Hace cinco años, las criptomonedas eran utilizadas en Venezuela por pequeños grupos que se comunicaban en foros electrónicos y por medio de WhatsApp o Facebook, con accesos previamente aprobados, sin embargo, en la actualidad, las transacciones con ese tipo de divisas cobran fuerza entre usuarios que buscan proteger sus recursos de la espiral hiperinflacionaria que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), cerrará el 2018 con una tasa de 1.000.000%.
"Venezuela se dirige de forma indetenible a convertirse en una criptonación", dice José Ángel Álvarez, presidente de la privada Asociación Nacional de Criptomonedas en Venezuela, quien no pierde de vista el incremento exponencial de las operaciones bajo ese mecanismo.
Pese a que todavía el mercado venezolano de las criptodivisas se muestra cauteloso, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) envió una señal de confianza al aprobar el pasado 20 de noviembre la Ley del Sistema Integral de Criptoactivos.
La norma, consignada en la cámara legislativa por el presidente Nicolás Maduro, convierte a Venezuela "en el primer país con una ley de criptoactivos ya aprobada", indica Álvarez.
El instrumento legal refleja la relevancia que han ganado las monedas virtuales frente a la depreciación del bolívar, la moneda física en curso en Venezuela, una realidad que se evidencia en el aumento de las operaciones en tres de estas criptodivisas: el Bitcóin, el Dash y el Petro.
Petro, la criptomoneda 'diferente'
El Petro figura como unas de las monedas virtuales con alta promoción en Venezuela. Fue lanzada oficialmente en febrero pasado como la primera moneda digital creada por un gobierno —el venezolano— y soportada en las reservas energéticas y minerales del país suramericano: 50% en petróleo y el resto en oro (20%), hierro (20%) y diamante (10%), indica un informe oficial.
Por estas características, el Petro ha sido objeto de polémica, pues sus detractores señalan que incumple con la "virtud" de una criptomoneda: no depender de gobiernos y bancos centrales.
No obstante, en la Asociación Nacional de Criptomonedas sí la consideran una moneda digital. Álvarez aclara lo que a, su juicio, ocurre en esta controversia: "Lo que pasa en Venezuela es que muchos economistas, políticos y opinadores no conocen ni siquiera cómo funciona el bictóin, y hablan del petro".
Por encima de los cuestionamientos, el gobierno venezolano reporta confianza de los usuarios en este nuevo mecanismo de intercambio. De acuerdo a las autoridades nacionales, en el periodo de preventa el petro obtuvo más de 171.000 ofertas certificadas, de las cuales 83.761 fueron hechas por personas naturales.
Para estimular aún más su uso, Caracas anunció la opción de ahorrar en petros mediante la plataforma electrónica Patria, un sistema que recoge la data socioeconómica de más 17 millones de venezolanos que reciben beneficios sociales.
De igual forma, ya es posible comprar petros con bolívares y, próximamente, se podrán adquirir otras criptomonedas mediante una billetera digital habilitada para tal fin.
La primera etapa de comercialización del petro estuvo enfocada en la captación de divisas. Más de 3.000 millones de dólares se registraron durante la preventa realizada en febrero, detalló en esa oportunidad el vicepresidente del Área Económica, Tarek El Aissami.
El Gobierno tiene previsto crear cinco zonas económicas para captar más recursos mediante esa criptomoneda, que estarán ubicadas en la isla de Margarita, en el estado Nueva Esparta; en el archipiélago de Los Roques; en la península de Paraguaná, en Falcón; en eje fronterizo Ureña-San Antonio, en Táchira; y en Cumaná, estado Sucre.
Bitcóin, el más usado
Aunque recientemente el bitcóin reportó una caída de 9% en los mercados internacionales, en Venezuela ocurre todo lo contrario: el informe de Coin.Dance, fechado hasta el 10 de noviembre, señala que la transacciones de esta moneda virtual alcanzaron los 1,7 millardos de bolívares soberanos, equivalentes a más de 20 millones de dólares calculados a tasa oficial.
Según esa data, el uso de bitcóin en Venezuela tuvo un fuerte repunte desde finales de octubre de 2017, fecha en la que se aceleró el proceso de hiperinflación.
Con la reconversión monetaria, iniciada el pasado 20 de agosto, el bitcóin continuó en ascenso en Venezuela. Hasta los primeros días de noviembre, las transacciones de esta moneda virtual aumentaron seis veces.
Hasta septiembre de este año, Venezuela es reseñada por portales especializados en bitcóin como el tercer país del ranking global en el uso de esta criptomoneda, superado solamente por Reino Unido, EE.UU. y Rusia.
En el país suramericano, el bitcóin se tranza principalmente por una plataforma llamada Localbitcoin, una empresa creada en 2012 y radicada actualmente en Helsinki, Finlandia.
En esa plataforma los usuarios se registran y, de acuerdo al precio del día, compran y venden bitcóin con cambiadores registrados dentro del mismo ecosistema digital, y con condiciones a cumplir por todos.
Ante la imposibilidad de muchos de comprar un bitcóin, es usual la venta y compra de fracciones conocidas como 'Satoshi', en alusión al supuesto nombre con el que se le conoce al creador del esa moneda.
Dash, la moneda emergente
Dash es una moneda virtual creada en el 2014 que tiene presencia en Venezuela desde este año. De acuerdo a sus administradores, su uso creció tanto que el país suramericano se convirtió en su segundo mercado.
La empresa señaló en un informe que desde el pasado julio hubo una "masiva atención de Dash entre comerciantes" de Venezuela. Álvarez detalla que la firma tiene más de 900 empresas afiliadas, que participan en la compra y venta de sus productos y mercancías.
A juicio de Christian Díaz, director de tecnología y seguridad de Dash Venezuela, el país suramericano está entre los primeros del mundo en el uso de esta moneda digital, recoge Globovisión.
Tras el auge, el grupo que administra esta criptodivisa se propone ahora convertir a Venezuela en una "nación Dash", para lo cual han invertido más de 800.000 dólares con el propósito de fortalecer su posicionamiento en las transacciones comerciales.
¿Qué se puede comprar con esas criptomonedas?
La comercialización del petro está aún en etapa inicial. Por ahora, solo es posible comprarlos en la página oficial de esta criptomoneda y en una oficina gubernamental en Caracas. Se adquiere con bolívares, rublos, yuanes, rupias y euros, e puede intercambiarse con Dash, Bitcóin, Litecoin y Ethereum.
No obstante, el manual del usuario del petro prevé que en lo sucesivo podrán hacerse las siguiente operaciones:
- Pago de impuestos y servicios.
- Compra de bienes y productos de uso particular en todo el territorio nacional.
- Envío de remesas.
- Compra de materias primas y sus procesados.
Con respecto al Bitcóin y el Dash, las operaciones en la práctica están adelantadas. Hoy, con estas monedas virtuales, se pueden pagar todo tipo de productos y servicios. Una aplicación llamada 'Criptolugares', disponible en la tienda virtual de Google, facilita la búsqueda a través de teléfonos inteligentes de los negocios que aceptan ese método de compra.
La lista de comercios afiliados es larga: hay kioscos, tiendas por departamento, almacenes pequeños, negocios de comida rápida, clínicas y hasta peluquerías que aceptan pago por Dash o Bitcóin. En Caracas, algunos locales exhiben una etiqueta con el logo que las identifica como autorizadas para cancelar bienes y productos con ambas monedas virtuales.
Para incrementar las operaciones comerciales, recientemente la empresa Dash activó un sistema de pago mediante mensajería de texto con una operadora telefónica privada en Venezuela, con lo cual ya no será necesaria la utilización de una billetera virtual.
¿Es una alternativa a la hiperinflación?
Un sector de la población usa criptomonedas en Venezuela como respaldo a la escalada de los precios. Incluso hay quienes prefieren costear algunos gastos con ese mecanismo de intercambio ante la depreciación del bolívar y la disminución del poder de compra que se experimenta con los dólares.
El experto en criptomonedas, Juan Blanco, ubica a la clase media-alta como la más beneficiada: "Es el sector que está refugiando parte de su patrimonio, sus ahorros, en bitcóin y otras criptomonedas", contó a este medio.
En un contexto de crisis económica, según comenta Álvarez, las criptodivisas en Venezuela se convertirán en "un punto determinante" para consolidarse, en el futuro cercano, como una alternativa financiera para la población.
También sucede algo peculiar: los jóvenes que no están bancarizados son los usuarios más fieles de las criptomonedas. En foros virtuales compran y venden estas divisas digitales, que luego intercambian por bolívares o dólares, y en Youtube abundan los videos para ganar adeptos a ese sistema de intercambio. Es un segmento de la población donde hay hasta menores de edad que ya tienen ahorros en 'Satoshi', asegura Álvarez.
"La coyuntura económica que Venezuela es el caldo de cultivo ideal para dar un paso adelante, para que con innovación usemos las criptomonedas, y los jóvenes están, sin duda, a la vanguardia", destaca el presidente de la Asociación.
Mercado paralelo en gestación
Un aspecto pendiente que se espera impulse el mercado son las casas de cambio de criptoactivos.
Como ocurre con el dólar paralelo, empiezan a surgir marcadores ilícitos (páginas web y cuentas en redes sociales) que fijan en bolívares soberanos los precios de las monedas digitales más usadas a diario.
Para frenar este nuevo tipo especulación en Venezuela, ahora en criptomonedas, varias casas de cambio han manifestado su interés de iniciar operaciones cuando lo determine la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas.
"Eso es importante porque va permitir que todos los venezolanos y compañías privadas y públicas, auspiciadas por el Estado, puedan digitalizar su dinero a través de una forma segura, novedosa y legal, y además puedan intercambiarlo a través de cualquier criptomoneda", explicó Álvarez.
Por los momentos, el organismo regulador indica en su página web que hay inscritas siete casas de criptoactivos, una figura que se inaugurará con la ley recién aprobada.
El desconocimiento, la principal barrera de uso
Si bien Venezuela figura entre los primeros lugares del mundo en el uso de las monedas virtuales, Álvarez considera que la principal barrera en el país es la desinformación.
"Hemos estado trabajando bastante para la masificación de las criptomonedas. Es la barrera más grande no solo en Venezuela sino en todo el mundo", agregó.
Con la iniciativa del Petro, el gobierno venezolano ha colocado el tema de las criptomonedas en agenda pública, mediante foros, asambleas comunitarias y abundante material audiovisual divulgado en medios públicos y redes sociales.
Pero a juicio de Álvarez, hace falta un mayor esfuerzo para que el país "avance ya hacia la naturalización" de las monedas digitales en las transacciones comerciales y obtenga así "una verdadera libertad financiera".
Por ahora, lo que sí evoluciona con rapidez es el surgimiento de monedas digitales locales, valoradas como alternativas: ArepaCoin, BolivarCoin y Onixcoin son las tres que empiezan a despuntar y sus administradores prometen "dar la pelea" en 2019 para masificarse en los comercios.
Manuel Palma