George Bush 'padre', que gobernó Estados Unidos entre 1989 y 1993, tomó las riendas del país el mismo año que cayó el Muro de Berlín y en la política mundial soplaban los vientos de cambio de la época. Con la demolición de la icónica barrera desapareció no solo la división interalemana, sino también el símbolo físico del Telón de Acero y la Guerra Fría.
Poco después, George H.W. Bush se convirtió en el presidente estadounidense que vio enterrarse la Guerra Fría. Ya en la cumbre de Malta de 1989 con el entonces presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, Bush expresó la esperanza de transformar las relaciones Este-Oeste en unas "de cooperación de larga duración" y establecer "una paz duradera", mientras que Gorbachov aseguró a su homólogo que nunca iniciaría una guerra contra EE.UU.
Lo que Gorbachov describió en aquella reunión como "el principio de un largo camino hacia una era pacífica y duradera" dejando en el pasado "la amenaza con la fuerza y la desconfianza, la lucha ideológica y psicológica", tomó forma del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, firmado en 1991 por ambos presidentes.
Tras el colapso de la URSS, Bush y el presidente de Rusia, Borís Yeltsin, firmaron una declaración conjunta en febrero de 1992 que oficialmente puso fin a la Guerra Fría y la peligrosa carrera armamentista entre las dos superpotencias.
Gorbachov: "El recuerdo de Bush quedará por mucho tiempo en los corazones"
El expresidente de la URSS ha expresado sus condolencias "a la familia de George Bush y todos los estadounidenses" por la muerte del 41.º presidente de EE.UU. En una entrevista con Interfax, Gorbachov destacó el aporte de Bush en "el logro histórico" de acabar con la Guerra Fría.
"Tuvimos la ocasión de trabajar juntos en los años de grandes cambios. Fue una época dramática que requirió de todos una gran responsabilidad. El resultado fue el fin de la Guerra Fría y la carrera armamentista", comentó el exmandatario soviético.
"Fue un verdadero socio", describió Gorbachov a Bush, asegurando que "el recuerdo de George Bush ―un político y un hombre― quedará por mucho tiempo en los corazones de muchos". El expresidente de la URSS agregó que junto con su esposa apreciaba mucho "la atención, la buena voluntad y simplicidad en el trato, típica de George y Barbara Bush, de toda su familia grande y unida".
La guerra del Golfo y otros hitos políticos de Bush 'padre'
La política exterior durante la presidencia de George H. W. Bush también estuvo marcada por la participación de las tropas estadounidenses en la guerra del Golfo contra Irak en 1991, cuando el líder iraquí Sadam Husein invadió Kuwait, rico en petróleo, un año antes. La firme respuesta de Bush y la victoria de las fuerzas que lograron expulsar a los iraquíes de Kuwait generó una verdadera euforia nacional en EE.UU., elevando hasta las nubes la popularidad del presidente.
En diciembre de 1989, Bush participó en el derrocamiento del dictador militar panameño Manuel Noriega, que fue arrestado y acusado de narcotráfico y crimen organizado. La invasión de EE.UU. en el marco de la operación denominada Causa Justa conllevó numerosas víctimas mortales, cuyo número exacto se desconoce incluso a día de hoy y oscila, según cálculos de diferentes organizaciones y entidades, entre 341 y 7.000.
En la política interior, sin embargo, Bush les falló a sus votantes rompiendo la promesa electoral de no subir los impuestos. "Lean mis labios: no más impuestos" se había convertido en el lema de su campaña presidencial, pero llegó a ser solo un amargo recordatorio de la palabra que no cumplió.
Durante su Gobierno la economía quedó estancada y la tasa de paro alcanzó el 7,5 %, y en 1992 Bush perdió las elecciones presidenciales en medio de las críticas de que las políticas de los republicanos habían fracasado.
Poco antes de dejar el poder, Bush firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) con México y Canadá, iniciativa que más de dos décadas después fue tachada de "desastre" por Donald Trump, que decidió firmar otro pacto comercial en vez del antiguo.