La loba Spitfire, de siete años de edad, murió a manos de un cazador en Montana el fin de semana pasado a menos de 10 kilómetros de los límites del parque nacional de Yellowstone, informa The New York Times.
La también apodada 'reina del Valle de Lamar' por sus entusiastas, murió de la misma manera que su también famosa madre, la loba hembra alfa 832F, en 2012. Formaba parte de la manada de Lamar Canyon.
Su progenitora inspiró el libro 'American Wolf: una historia verdadera de supervivencia y obsesión en el oeste'. Una página de Facebook dedicada a los amantes de los lobos rinde homenaje a la loba muerta la semana pasada.
Por su parte, el Departamento de Pesca, Vida Silvestre y Parques de Montana confirmó al diario neoyorquino que Spitfire, cuya numeración científica era 926F, murió legalmente cerca de la entrada noreste de Yellowstone, entre Silver Gate y Cooke City. El estado de Montana permite la caza de lobos desde 2011.
La muerte de la loba más querida ha dado un nuevo impulso a las llamadas a crear un cinturón de protección alrededor de Yellowstone para que los lobos que viven allí no corran el riesgo de ser abatidos.